Estupenda mezzosoprano uruguaya: Adriana Mastrangelo toma el rol de Judith en la ópera de Béla Bártok ''El castillo de Barba Azul''.
Foto: Máximo Parpagnoli.Dos óperas de comienzos del siglo XX configuraron el programa doble con que continuó la Temporada 2008 del Teatro Municipal de Santiago, ambas atravesadas por la tragedia y con lenguajes musicales bastantes dispares.
La versión de la ahora llamada "Ópera Estelar", que incluye director y una gran cantidad cantantes nacionales, además de figuras internacionales emergentes, contó con una muy acertada dirección de José Luis Domínguez frente a la Orquesta Filarmónica de Santiago.
"El castillo de Barba Azul"
Su enfoque para "El castillo de Barba Azul", de Béla Bartók, realza lo lírico de la música, permitiendo un canto expresivo así como una mejor comprensión del discurso instrumental, lo que incide en un desarrollo menos estático de la obra.
El conocimiento cabal de la compleja partitura por parte de Domínguez se traduce en un sólido seguimiento de los cantantes. Uno de ellos es el barítono argentino Hernán Iturralde, quien encarnó a Barba Azul con su hermoso timbre de voz, acompañado de una musicalidad que deja en segundo plano su volumen más bien reducido en aquellas partes de orquestación gruesa o en fortissimo.
Judith fue cantada por la estupenda mezzosoprano uruguaya Adriana Mastrangelo, que, además de bella y expresiva voz, tiene una magnífica figura y da un perfil exacto al personaje, que va desde lo ingenuo e inocente hasta la mujer llena de tentaciones, deseos y, por qué no decirlo, también temores.
Ambos desarrollan en gran forma sus roles y entregan vitalidad a la casi estática régie, que en esta versión observa cambios importantes como un mayor movimiento en Judith, incluido el despojarse de sus ropas para seducir más a Barba Azul, llevando a los protagonistas a encarnar una escena sutil a la vez que sensual.
Otro cambio interesante es el vestuario de Judith, que al ser entre blanco y crema contrasta mejor con la iluminación de determinadas escenas, como aquella del lago en la sexta puerta, o en los cambios hacia el color de la sangre de otras.
La régie de Marcelo Lombardero para este elenco nos parece más dramática y ágil. La escenografía en base a multimedia es de Diego Siliano, quien, a pesar de repetir algunos conceptos de otras producciones, logra crear el ambiente fantástico de la trama, extrapolando las visiones del castillo con las de las siete puertas en una interesante dinámica. Creemos que entre las más logradas están la introducción con las hermosas primeras páginas del libro que lee la niña del prólogo, el jardín secreto de la cuarta puerta, el paisaje de montañas y ríos de la quinta, el lago de la sexta y el onírico final. El vestuario de Luciana Gutman fue muy hermoso para ella y poco original para Barba Azul.
"Sor Angélica" en versión nacional
Completó el programa "Sor Angélica", de Giaccomo Puccini, obra que consideramos de inicio débil, con un arrebatador final, y que requiere de un nutrido elenco femenino para encarnar a las numerosas monjas del convento donde se desarrolla el drama.
En cuanto a la dirección de Domínguez corroboramos lo planteado para Bartók. La escenografía y la iluminación fueron realizadas por Ramón López, quien recreó acertadamente los dos ambientes donde se desarrolla la acción, agregando un eficaz golpe de efecto en el final, para la muerte de Sor Angélica. La régie, también de Lombardero, acentúa los caracteres de algunas de las monjas, en especial el orgullo de la Tía Princesa. El vestuario de Luciana Gutman, bastante eficaz.
La protagonista fue cantada por Kelly Kaduce, voz muy interesante aunque irregular, con momentos de gran belleza y calidez, aunque en otros un poco dura, y de actuación bastante convincente. El hermoso y poderoso timbre de Evelyn Ramírez perfiló estupendamente a la dura y fría Tía Princesa.
El resto de la monjas, cantado por un grupo importante de solistas consagradas junto a otras emergentes, cumplió en gran forma sus roles, y el grupo monacal se complementó con parte del coro femenino del Coro del Teatro en una sólida presentación.