¿''Ami, el niño de las estrellas''? No, es la primera novela de Stephen Hawking.
MontenaSANTIAGO.- Muchos lo consideran uno de los científicos más destacados de la actualidad, lo que no ha sido impedimento para que Stephen Hawking haya tenido sonados romances con las librerías.
Con su título de 1988 "Historia del Tiempo: Del big bang a los agujeros negros", el físico se transformó en un auténtico súper ventas, logrando que un texto de divulgación científica estuviera en el ránking de los más vendidos durante 237 semanas.
A partir de entonces se tranformó en un autor solicitado, aunque sin repetir el fenómeno, gracias a títulos como "Agujeros negros y pequeños universos y otros ensayos" o "El universo en una cáscara de nuez", entre otros libros de corte ensayístico.
Sin embargo, Hawking se permitió ahora intentar probar su vigencia editorial en un género totalmente distinto: La novela. Junto a su hija Lucy escribió "La clave secreta del universo" (Montena, $8.500).
Claro que el género no alteró demasiado los temas y motivaciones del físico, tal como lo adelanta el propio título. Así, son el universo y la ciencia el motor del libro, a partir de las experiencias que, emanadas de lo cotidiano, un niño va viviendo al respecto.
Se trata de George, un pequeño inserto en una familia de rasgos cuasi ascetas: sus padres son vegetarianos, no tienen televisión, teléfono ni radio, menos computador, lo que les ha reportado cierta imagen de "raros" en su entorno. Eso hasta que, casi por casualidad, el niño se encuentra con un potente computador, que le explica materias en torno al universo.
Hasta ahí parece como cualquier novela infantil, pero toma tintes más complejos cuando los elementos conspirativos y las investigaciones en torno a la vida inteligente en otros planetas comienzan a formar parte de la historia, y tomar ciertos ribetes de intriga y aventuras. Las mismas características que el ejercicio de escribir una obra literaria debe haber tenido para el científico.