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Tilda Swinton congela su carrera en el cine: "Me retiro un tiempo y es un placer anunciarlo"

A meses de haber ganado un Oscar por su papel en "Michael Clayton", la actriz de 47 años se mantendrá un tiempo alejada de la pantalla para dedicarse a la vida familiar.

29 de Agosto de 2008 | 09:39 | EFE
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Al menos por un tiempo, Tilda Swinton no estará en la pantalla grande.

AFP
VENECIA.- Tilda Swinton, la última ganadora del Oscar a la mejor actriz secundaria, sigue el ejemplo del también premiado Javier Bardem y anunció en Venecia que se toma un periodo sabático: "Me retiro un tiempo y es un placer anunciarlo".

"No he tenido problemas para compaginar mi vida familiar con la profesional, pero no quiero que mis hijos vivan entre maletas", aseveró en Venecia en una entrevista con medios internacionales.

La actriz británica, de 47 años, rentabilizará un año en el que, además de recibir la estatuilla dorada por una breve intervención en "Michael Clayton", ha rodado con Béla Tarr "The Man from London" y con los hermanos Coen "Burn After Reading", que abrió el miércoles la Mostra y en la que encarna a una mujer con muy mal humor.

"Tengo toda una franquicia de 'bitches and witches' (zorras y brujas)", aseguró. "He interpretado a una blanca -la de 'Las Crónicas de Narnia'- a una negra -la que le dio el Oscar- y una roja -por su papel en 'Burn After Reading'. Creo que ahora mi futuro está encaminado hacia las amantes y alcohólicas", bromeó.

Sofisticada, de humor fino y piel pálida, Swinton tiene ese glamour "indie" que la ha aupado como musa de los directores más rompedores y que, a la vez, le permite ser el toque de distinción de algunas superproducciones estadounidenses.

Para sus películas de proyección minoritaria tiene una regla: "Nunca busco guiones, sino directores" y, así, no le ha importado realizar papeles episódicos en "Adaptation" (2001), o protagonizar cintas complejas como "Orlando" (1992), adaptación de la novela de Virginia Woolf por parte de Sally Potter.

En "Burn After Reading" vuelve a coincidir con George Clooney y se estrena como compañera de reparto de Brad Pitt, con el que repetirá en otro de sus próximos estrenos, "The Curious Case of Benjamin Button", que acaba de rodar.

Swinton tampoco reniega del cine de altos presupuestos: "Para mí, trabajar con efectos especiales es como hacer cine experimental. Intento que cuando ruedo una película cara, sea pionera en algún sentido", apostilló.

En esta ocasión, el filme de David Fincher será el primero en crear para un actor un rostro netamente digital, ya que cuenta la historia de un hombre -Brad Pitt- que, conforme pasan los años, rejuvenece.

"Hollywood mueve dinero, y dinero en cine es igual a tiempo. Eso a veces se traduce en calidad", explicó, pero sin dejar de hablar maravillas de otros títulos pendientes de estreno y lejanos de los grandes estudios.

En 2009 la veremos en la primera película como director de nada menos que Marilyn Manson, "Phantasmagoria: The Visions of Lewis Carroll"; "Io sono l'amore", del italiano Luca Guadagnino, y la francesa "Julia", de Eric Zonca, entre otras.

Con tanto ajetreo, es normal que del Oscar ni se acuerde. "No sé qué tal estará. Se lo cedí a mi agente", afirma, aunque tampoco tiene mucha memoria para la Mostra, que le dio la Copa Volpi a la mejor actriz en 1991 por su interpretación en "Eduardo II".

"Sólo recuerdo que no pude recoger el premio y grabé un video en el que mi piel brillaba como el reverso de una cuchara. Ese día descubrí que debía usar maquillaje para este tipo de cosas", bromeó.

Aquella cinta estaba dirigida por el iconoclasta Derek Jarman, con quien trabajó en filmes como "Caravaggio" (1986), "The Last of England" (1988), "War Requiem" (1989), "The Garden" (1990), "Wittgenstein" y "Blue", ambas de 1993.

Así, Swinton -que ha fundado recientemente el festival Ballerina Ballroom Cinema, en Escocia- es actriz de costumbres y se rodea de directores y actores conocidos. "Se ajusta a mi manera de ver las cosas, de profundizar en las relaciones. Es como poder tener una conversación con un amigo en diferentes épocas de tu vida", reconoció.

Sin proyecto común anunciado, parece que los Coen también son carne de reincidencia. "Rodar con ellos ha sido encontrarse con unos directores que saben en todo momento lo que quieren y cómo conseguirlo. Pero lo más sorprendente es su humor durante el rodaje. Mientras tú estás actuando en una escena, ves a dos personas riéndose, encogiéndose como si fueran dos monos", concluyó.
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