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Creador de "El Señor de la Querencia" analiza la masacre de José Luis Echenique

El guionista Víctor Carrasco se mete en la mente de su desquiciado personaje, pero no logra hacer lo mismo con los críticos de la teleserie: "Me pareció extraño que autoridades creyeran que la gente no es capaz de distinguir entre realidad y ficción", dice.

03 de Septiembre de 2008 | 14:22 | Sebastián Cerda, El Mercurio Online

SANTIAGO.- Es el tema del día. El panorama nacional puede ofrecer catástrofes climáticas, venideros partidos de la Selección o importantes fallos de tribunales, pero si hay que determinar sólo un hecho que prevalece en las conversaciones, entonces tendríamos que hablar de una situación que nunca llegó a producirse realmente: La masacre que en su feudo concretó un latifundista desquiciado.

Se trata del final de "El Señor de la Querencia", la teleserie nocturna que anoche mostró su último capítulo en TVN, con récords de audiencia para un producto de su género e importantes cuotas de polémica.

Un fenómeno que el "cerebro" detrás de los personajes, el guionista Víctor Carrasco, asocia con "una historia que fue consecuente consigo misma, de principio a fin. Fue entretenida, ágil, bien contada, con buenas actuaciones, buena realización. La gente se hizo adicta a un producto que en todos sus aspectos estaba bien logrado".

Carrasco, reconocido en su labor de guionista y como director de teatro, había terminado de escribir la teleserie en diciembre, pero cuenta que mucho antes supo que la vida de José Luis Echenique acabaría de la forma que anoche promedió 46 puntos de rating, con el patrón de fundo suicidándose tras asesinar a seis habitantes de su feudo.

"Al tratarse de un personaje con un trastorno grave imaginamos que su problema iba a ir in crescendo. Y el final (la matanza) lo imaginamos bastante temprano, cuando ya daba pistas de un delirio mesiánico, de ciertas revelaciones que dice que tiene. Hacia el final ya dice que Dios le habla y uno de sus objetivos es limpiar el pecado de la faz de la Tierra, y su familia son los pecadores que tiene más a mano. Ellos se hacen acreedores de un castigo que los salve: Ésa es su filosofía delirante", explica.

-¿Y para José Luis Echenique, no cabía otra posibilidad que el suicidio?
-Era una opción para el personaje, y el tema del suicidio vinculado a la impunidad hay que ligarlo muy bien al trastorno, a la enfermedad que él desarrolló. El suicidio era una de las tantas posibilidades que tenía el personaje para poder liberarse. Si uno aplica su lógica, de exterminar el pecado y salvar las almas, lo que hace consigo podría llegar a ser justamente eso. En ese momento él ha perdido a tal nivel el juicio de la realidad, que no sabe lo que está haciendo, está totalmente psicotizado. No es el asesino frío y calculador.

-¿Cómo tomaste la polémica que generó la teleserie, con diversas opiniones de autoridades?
-Me parece lógico que ciertas autoridades se preocupen de lo que se muestra en televisión, pero lo que me pareció extraño es que crean que la gente no es capaz de distinguir entre realidad y ficción. Eso nunca lo entendí muy bien y nunca imaginé que sería el centro de la polémica. Sigo pensando que no puede haber relación entre una teleserie violenta y el femicidio, o entre el suicidio de un personaje desquiciado con posteriores suicidios, por ejemplo. Si alguien piensa que este suicidio puede ser un ejemplo para otro, entonces hablamos de un porcentaje mínimo de la población muy enferma, que no entiende que es un producto de ficción.

-¿Te llevó en algún minuto a hacer cuestionamientos que pudieran reflejarse en la historia?
-No, porque la teleserie se terminó de escribir en diciembre. Ya estaba hecha, y creo que con bastante cuidado, responsabilidad, y sobre todo dirigida a un público adulto. Hay mucho cuidado, no es gratuito o una choreza que la teleserie haya mostrado esos niveles de violencia.

-¿Crees que la situación personal de Julio Milostich haya incidido en la disposición del público hacia la teleserie?
-Lamento mucho que el problema por el que está pasando haya sido asociado a la teleserie. No hay una relación directa entre lo que le ocurre y lo que vivió durante su participación en la teleserie. Él es un actor muy fogueado, con mucha experiencia. Se han emitido juicios demasiado ligeros al respecto. Los actores están preparados, a eso apunta su formación, su trabajo con las emociones, poder vincularse con eso, pero también desvincularse. Si no, todos los actores que hayan interpretado grandes roles de Shakespeare, estarían completamente locos.