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De vuelta al útero

Tras su debut S.O.L.O, Sergio Lagos ataca con un disco de pop rockero llamado Concepción que tiene doble lectura: la ciudad natal y la gestación de su primer hijo, con la cantante Nicole. El cambio de concepto no es casualidad. Ahora el animador está contento y los estribillos y guitarras de esta colección que se lanzará en octubre, lo demuestran.

13 de Septiembre de 2008 | 09:49 |

Woody Allen explicó en una entrevista que no quería demorarse 20 años en producir una obra maestra. "Prefiero hacer una película por año. Así voy aprendiendo. Si algo sale mal, bueno, lo corregiré en la siguiente. Si a la gente no le gustó, que espere un tiempito y aparecerá otra". Sergio Lagos se ríe y dice que el director neoyorquino tenía la razón.

Pero él no se lo ha planteado tan estructuradamente así. El asunto es que Concepción, su nuevo disco próximo a salir en octubre, aparece un año después de S.O.L.O (2007). Una producción cargada al pop de guitarras y los estribillos melódicos. A diferencia de su debut, más que ambientes o timbres, hay canciones con coros hechos para pegar. Y la voz, discreta pero firme, de Sergio Lagos. Para los fans atentos el disco se sube en una especie de "happy hour" en su perfil de Facebook. Es decir, por momentos está el link para descargarlo. Pero en disquerías aparecería a principios de octubre.

-Ha sido estimulante darme cuenta que puedo seguir armando canciones. Es un aprendizaje que viene desde el álbum anterior y que tiene que ver con construir los temas y armar un sonido-, explica el animador y cantante. Después de todo, que un "rostro" televisivo pueda editar un disco y luego defenderlo en el escenario es todo un logro. Ese es mérito de Lagos: desconectarse de la "mainstream" (TV, publicidad, show business) y enchufar una guitarra eléctrica, tal como antes lo hacía con las tornamesas en el dúo Marciano.
 
-¿Existe un plan de publicar una grabación al año?
-No, no tengo un manifiesto como Woody Allen. Simplemente espero que la edición de mis discos se vaya dando de manera natural. Yo creo que hay que darle velocidad a los procesos creativos. Y tener fe, empuje, energía para que salgan. Yo creo que uno va aprendiendo. Como escribir un artículo o andar en bicicleta. Al principio nunca lo haces tan bien, pero si comienzas a entusiasmarte, agarras velocidad y empiezas a hacerlo bien.

-Vaya título, Concepción.
-Yo soy penquista. Mi familia viene de allá y estuvo muy ligada al desarrollo musical de la ciudad. Mi mamá llevaba a las bandas a tocar al Teatro Concepción o al Aula Magna. Allí conocí a la primera generación de la new wave. También escuchaba bandas en el programa "Nueva Dimensión" de la radio de la Universidad de Concepción. En esa ciudad toqué por primera vez guitarra eléctrica, la que me prestó Yogui Alvarado (de Emociones Clandestinas). Conce tiene algo, es la cuna de muchos artistas...

-¿Una especie de paraíso liberal en Chile?
-Al contrario. La gente en Concepción es muy crítica. Los grupos tienen éxito sólo cuendo se van de Conce. Sin embargo acoge bien a sus artistas cuando regresan. Estoy pensando en el verano, cuando hicimos la gira Garage Music en el Parque Ecuador, con Los Tres y De Saloon. Había 48 mil personas.

-Quizás al ser una ciudad fría, los grandes acontecimientos, incluyendo los creativos ocurren en los living y las piezas...
-Claro. En general en los lugares con climas así, la gente de aburrida toma una guitarra y empieza a hacer cosas.

-Tú partiste cubriendo bandas en la Zona de Contacto o el programa "Dynamo" en el canal Rock & Pop. ¿Sientes que los músicos te devolvieron la mano al escuchar el disco S.O.L.O?
-En verdad no estoy preocupado de eso. Uno no hace las cosas pensando en cómo va a responder la gente. Además este es mi séptimo disco y estoy tocando permanentemente en vivo. Yo partí desde la otra orilla con Marciano, mientras las compañías sólo firmaban artistas de rock. Afortunadamente ahora hay más alternativas. ¿Te acuerdas cuando antes era difícil conseguir los discos?

-¿Fue complicado atreverse con mostrar tus composicones solistas?
-Realmente creo que la gente que conoce mi música es poca. Sé que el disco ha vendido muy bien, pero la masividad no es lo mismo que la gente entienda lo que estás haciendo.

-Pero debemos concordar que una canción sólo funciona como tal cuando otro oído la escucha. Tocar para uno mismo es a la música, lo que la masturbación es al sexo...
-(se ríe mucho) Puede ser ¿eh? De hecho tiene que ver con eso. Pero insisto, uno hace música no pensando en conseguir cosas. Es más bien una energía creativa que te atrapa y te hace bien.

-¿Influyó mucho Nicole en el proceso creativo de tu nuevo disco Concepción?
-Ambos nos mostramos nuestras creaciones y nos damos ánimo. Pero preferimos mantenernos separados con nuestros proyectos. Creo que es mejor mantener ese espacio. Pero le he mostrado mis cosas y le han gustado. Ahora acabamos de grabar juntos "La mitad lejana" para el tributo a Inti-Illimani.

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