LONDRES.- Londres se promociona esta semana con un festival que se desarrolla simultáneamente en distintos lugares públicos como una de las capitales internacionales del diseño, una de las industrias más pujantes de esta ciudad.
"Con el festival celebramos y promocionamos una industria creativa clave para la economía londinense," declaró hoy a Efe el director del "London Design Festival," Ben Evans.
Según cifras del "Design Council," actualmente hay en Londres más de 20.000 empresas dedicadas al diseño, de las que más de la mitad tienen menos de cinco empleados y casi un 40 por ciento trabajan en el campo de las comunicaciones.
"El diseño es una actividad que puede abarcar veinte o veinticinco distintas disciplinas, muchas veces sin relación entre ellas, y nuestro objetivo, al crear el festival en 2003, era presentarlas de modo conjunto y prestarles una voz que no tenían," explicó Evans.
El director del festival explicó que el diseño está creciendo en importancia en todo el mundo, y así cada vez hay más ciudades- y no sólo las tradicionales como Milán, Nueva York o Tokio -que programan acontecimientos anuales relacionados con esa actividad.
"Desde Bruselas o Berlín hasta Bangkok, cada vez más urbes se valen del diseño para promocionarse internacionalmente," señaló Evans, según el cual Europa va a encontrar una competencia creciente en otras regiones, sobre todo Asia.
Uno de los objetivos de Evans y su colega John Sorrell, presidente del festival, es conseguir que la Comisión Europea apoye su proyecto de "diálogo a través del diseño" entre seis grandes capitales del Viejo Continente.
Preguntado si incluiría a Barcelona entre esas ciudades, Evans dijo que en este momento le interesaba más Madrid.
Evans y Sorrell quieren aprovechar además los preparativos para los Juegos Olímpicos de Londres, en 2012, para internacionalizar aún más el festival, a cuyos diferentes eventos- desde exposiciones hasta charlas sobre distintas facetas del diseño- asistieron el año pasado más de 350.000 personas.
Lo que hace más interesante, aunque al mismo tiempo menos fácilmente identificable, el diseño en Londres es el carácter cosmopolita de la ciudad, la extraordinaria variedad de origen de sus diseñadores.
Londres es un imán que atrae a estudiantes de todo el mundo, lo mismo europeos que latinoamericanos, africanos o asiáticos, sobre todo chinos.
Entre los diseñadores que han venido aquí para establecerse está el español Jaime Hayón, que trabajó algún tiempo para el grupo italiano Benetton, y a quien se había encomendado este año un proyecto para el festival que debía desarrollar en plena plaza de Trafalgar.
Según explicó Evans, que dijo admirar el entusiasmo con el que Hayón se enfrenta a cualquier reto, su proyecto, que se realizará finalmente el próximo año, consiste en construir con tubos como los utilizados en los andamios una catedral de 25 metros de altura en esa plaza londinense.
Uno de los proyectos que se han convertido en realidad este año es la fascinante estructura oval construida con una madera especial importada de Norteamérica por el arquitecto de origen africano David Adjaye junto al Southbank Centre, uno de los más importantes centros culturales de Londres.
El año pasado, uno de los proyectos estrella fue el de la arquitecta iraquí Zaha Hadid, una estructura compuesta por 150 bloques de hormigón que resultaba sorprendente por el aspecto, totalmente novedoso, de ese material pulido.
A diferencia de lo que ocurre en otras ciudades, donde la exhibición del diseño está concentrada en un solo lugar, Londres ha optado por la apertura democrática y la conquista creciente de lugares públicos.
Estos incluyen terminales de aeropuertos, como el de Heathrow, plazas o parques como Hyde Park, donde puede admirarse una estructura que ha montado Frank Gehry junto a la galería Serpentine, galerías, museos y centros docentes como el Design Centre de Chelsea, el Chelsea College of Art o el Central St. Martins College or Art and Design.