PARIS.- Con un homenaje a París, el modisto Marc Jacobs puso un digno punto final a la presentación de las colecciones femeninas pret-a-porter para la temporada primavera/verano 2009 en una carpa cercana al Museo del Louvre en la capital francesa.
La coquetería de las cortesanas y la elegancia de las grandes damas se unieron en su desfile para la casa Louis Vuitton en una mezcla fantasiosa y artística.
Las faldas cortas, en las que puntillas y lentejuelas se encontraban con tafetán tieso y seda se balanceaban como en su momento la de Josephine Baker. Como fondo sonaba la voz de Edith Piaf.
Jacobs conjuró formalmente los mitos de la ciudad entre la coquetería de las chicas alegres de Pigalle y la elegancia de las damas de la Rue Saint Honoré.