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Dig out your soul

11 de Octubre de 2008 | 21:37 |

Hay una densidad en las canciones del nuevo disco de Oasis que le otorga cierto sustento a las recientes amenazas de la banda en torno a la dirección de evolutiva "madurez" que aseguran ha ido tomando su música. La psicodelia y la electricidad pesan en este disco mucho más que el pop o la melodía, y es así como Oasis va levantando un disco inequívocamente rockero, masculino y mucho más adulto que cualquier entrega previa. Eso, en el sentido de ideas elaboradas sin obviedad ni apuro, de cierta calma desplegada durante un flujo sonoro dirigido por mano firme por un ideólogo, Noel Gallagher, que probablemente jamás reciba un premio a la simpatía, pero que elude la ruta corta del hit y conoce la diferencia entre lo vulgar y lo elegante.

Hay blues del más pesado en "The nature of reality" y "Waiting for the rapture", un bien arreglado vuelo de cuerdas en "Falling down" y un paseo por el sur estadounidense en "High horse lady". En general, las canciones cantadas por Noel se imponen en profundidad al golpe directo y más predecible de la vocalización de su hermano Liam. Son, obviamente, los Beatles el espejo de esta banda orgullosa de la tradición rockera británica (es de Lennon la voz sampleada al final de "I'm outta time"), pero también hay colores diversos copiados desde tal diversidad de fuentes que ya es posible distinguir una mezcla Oasis, propiamente tal y con una merecida patente propia.

Cada nuevo disco de Oasis se recibe con una frase fija: "Lo mejor desde Definitely maybe". La prensa inglesa infló con helio a una banda de ambición monumental y talento mundano, que hoy ya no tiene el entusiasmo público asegurado y que ha elegido concentrar sus esfuerzos en un trabajo riguroso, pero tan convencional como los de toda banda que se acomoda en la recreación. Si en los discos de Oasis no hay sorpresas, al menos debe reconocerse que está la calidez de lo levantado con cuidado y autoconfianza, entendiendo a la ambición como medida de rigor más que de permiso de desidia.

—Cristina Hynde.

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