La presunta delación de Kundera habría ocurrido en 1950.
AFP
PRAGA.- En su solitaria casa situada a las afueras de París, Milan Kundera mantiene su silencio una vez más ante acusaciones como las formuladas hoy por un semanario de Praga, "Respekt", de que el escritor colaboró con la policía comunista en 1950 al delatar a un espía que terminó pasando 14 años en prisión.
La supuesta delación del autor de “La insoportable levedad del ser", según la revista “Respekt", permitió la detención de un compatriota suyo, Miroslav Dvoracek, que como consecuencia de ello fue condenado a 22 años de prisión y cuya vida corrió serio peligro.
"Una acción mala realizada por cuestiones sentimentales y que a la vuelta de los años retorna como un ’boomerang’", aventuró a Efe el crítico literario Jiri Penas.
Se trata de una seria muesca en la biografía de Kundera, autor de novelas como “La broma” y “El libro de la risa y el olvido,” así como la obra de relatos “El libro de los amores ridículos".
El prosista, poeta, dramaturgo, guionista y traductor, nacido en Brno (Checoslovaquia) en 1929, es, junto con Vaclav Havel, el literato vivo de más renombre en el país centroeuropeo, aunque a tenor por su habitual silencio ante este tipo de acusaciones, no parecen preocuparle los fantasmas o “pecados ocultos” del pasado.
El semanario checo “Respekt” publica pruebas concluyentes sobre la delación realizada por el escritor contra un compatriota suyo en 1950, dos años después del viraje comunista en Checoslovaquia.
Tras abandonar el país rumbo a Alemania, Miroslav Dvoracek trabajaba para los servicios de inteligencia extranjeros y había vuelto a Praga para visitar a una colega que estudiaba en la Escuela de Cine (FAMU), y que tenía algún amigo común con Kundera.
Según “Respekt", el joven escritor conoce este particular y decide delatar a Dvoracek, “posiblemente por tratarse de una cuestión sentimental", afirmó Penas, jefe de cultura de la revista "Tyden".
De hecho, “el tema de la delación para conseguir a una mujer es algo recurrente en la obra de este autor (...). No sorprende, porque cualquiera que conozca a Milan Kundera sabe que nunca tuvo una postura moralizante. Siempre intentó estar al margen de ella", añadió.
La presunta delación estuvo a punto de costarle la vida a Dvoracek, y al final se saldó con una sentencia judicial de 22 años de prisión, de los cuales cumplió casi tres lustros.
Por entonces Kundera tenía sólo 20 años y era un partidario del nuevo régimen estalinista instaurado por Klement Gottwald, aunque no se le puede calificar de fanático.
Por este motivo, “la delación resultaba al menos comprensible. Y en su defensa hay que decir que él solo delató y no fue el responsable de la sentencia", matizó el crítico.
No obstante, consideró que ahora el afamado literato debe reconocer su responsabilidad: “Falta por decir que lo ha hecho", estimó.
Kundera fue profesor de Estructura de la Novela en FAMU hasta 1970, y cinco años después fue profesor invitado en la Universidad de Rennes (Francia).
Con toda seguridad ya habría planificado entonces su deserción de Checoslovaquia, cuyos líderes prosoviéticos incoaron en 1970 un proceso de normalización, acabando con todas las esperanzas del proceso aperturista de la década de 1960 conocido como “Primavera de Praga".
"Kundera era demasiado listo y entendió que aquello era un error", por lo que es natural que decidiera marcharse, apostilló Pena.
En 1979 fue privado de la nacionalidad checoslovaca y decidió permanecer en Francia, donde dos años después obtuvo un nuevo pasaporte.
Este supuesto caso de delación ha sido documentado por el Instituto para el Estudio de los Regímenes Totalitarios, recientemente fundado en el país centroeuropeo con el objetivo de analizar la época del protectorado nazi sobre Bohemia y Moravia (1939-1945) y el período comunista (1948-1989).
En la actualidad, Dvoracek vive en Suecia, donde se recupera de un infarto. Según “Respekt,” Dvoracek siempre creyó que le había delatado su amiga, y fue ésta la que, movida por sus remordimientos, alentó las investigaciones.