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Al fin Oliver Stone presentó su película sobre un Bush trágico y cómico

A tres semanas de las presidenciales en EE.UU., los críticos esperaban del director una obra que "destruyera" al Mandatario, pero sólo se trata de una sátira.

15 de Octubre de 2008 | 12:45 | DPA

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WASHINGTON.- No es usual que Hollywood filme una película sobre un Presidente estadounidense mientras este aún permanece en el cargo. Sin embargo, el afamado director Oliver Stone hizo todo lo posible para que su película sobre George W. Bush llegue a los cines antes de las elecciones del 4 de noviembre.

"W." se llama la cinta, presentada el martes, sobre el Presidente más impopular de la historia estadounidense, un hombre que comenzó una guerra altamente controvertida y cuya imagen no podría ser peor en amplias partes del mundo.

A tres semanas de los comicios, los críticos esperaban de Stone una obra que "destruyera" a Bush, cargada de desprecio, incluso de odio.

En vez de ello, el conocido crítico de Bush creó una sátira, más cómica que trágica, llena de ironía y agudeza. El Presidente, sobrepasado por su cargo, parece al final un hombre agitado, casi víctima de los que manejan los hilos.

"La mayor fortaleza de la película es que trata sobre aquello que actualmente está en nuestras cabezas y no espera a los historiadores", señaló un crítico de "The Hollywood Reporter".

Obviamente la película muestra hechos conocidos y no olvida ningún cliché. Se mueve entre dos niveles narrativos: Los preparativos para la invasión de Irak en la primavera (boreal) de 2003 y el camino del joven borracho de Texas, del hijo que no era tomado en serio por su padre presidente.

"Bush, un hombre rechazado, cuyo mayor objetivo es lograr el reconocimiento del padre, que llega a Bagdad 'porque papá no lo logró en aquel entonces'. Demasiada psicología de aficionados, podría decirse".

"Esta es mi guerra, no la suya", grita un furioso Bush junior, interpretado de forma impresionante por Josh Brolin, sobre su padre, que en 1991 (con apoyo de Naciones Unidas y la opinión pública mundial) lideró una guerra contra Irak, pero sólo sacude la cabeza con la aventura iraquí de su hijo.

Una de las mejores escenas se ve al final, cuando el fracaso de Bush junior es imposible de negar. Una escena surreal, como entre sueños: Bush junior ingresa a la Oficina Oval, y su padre está sentado en el escritorio, casi como un reclamo ("Aquí estuve sentado yo"), y al final padre e hijo levantan los puños como dos boxeadores.

"Desde el punto de vista cinematográfico es la escena más fuerte, pero explica el fenómeno Bush. 'W'. es un borrador para una película que tal vez sea necesaria en 10 o 15 años", opina la revista especializada "Variety".

"Stone nos aburre con sus secas escenas de estilo documental sobre los debates en la Casa Blanca", lamenta el "Los Angeles Times". Demasiada "realidad", muy poco drama, opina el medio.

Efectivamente, las discusiones entre el verdadero poder detrás del trono, el vicepresidente Dick Cheney (Richard Dreyfuss), el ex secretario de Estado Colin Powell (Jeffrey Wright) y el ex secretario de Defensa Donald Rumsfeld (Scott Glenn) son demasiado largas y benignas.

Se destaca una excepción, que describe casi todo el dilema de la Guerra de Irak y un Presidente "agobiado". Furioso, Bush se queja en un sala oscura porque no se hallaron armas de destrucción masiva en Irak. "Quién es responsable de hallar estas armas, maldición", grita Bush y mira a su alrededor. Ninguno de los caballeros allí reunidos toma la palabra. De alguna forma, nadie parece sentirse responsable.

Las primeras críticas norteamericanas son más bien regulares y reservadas. Señalan que tal vez fue un error estratégico de Stone estrenar "W." en mitad de la campaña electoral presidencial.

Después de todo, Bush ya es un "hombre de ayer". Y también el tema Irak hoy juega un papel secundario en Estados Unidos. Debido a la crisis financiera, la gente repentinamente tiene preocupaciones totalmente diferentes.

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