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Esto sí que es rock latino

José Feliciano demostró su vigencia y su talento como guitarrista y cantante. Un concierto cargado al romanticismo latino y al rock, materias que domina a la perfección. Todo, ante un Caupolicán repleto, a pesar del partido Chile con Argentina.

16 de Octubre de 2008 | 15:28 |
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José Feliciano no ve, pero escucha muy bien. En el Caupolicán cantó canciones románticas, latinas y funkys. Y rockeó con más alma que cualquiera de los grupos indie que han estado allí.

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José Feliciano, sentado y con una enorme sonrisa, le habla al público que repleta el Teatro Caupolicán. “Sé que esta noche está jugando Chile con Argentina…”. Los asistentes, mayoritariamente mujeres, pifian cuando nombra a nuestros vecinos. “Pero ustedes vinieron a verme a mí. Muchas gracias”. Y el recinto casi se va abajo, no sin antes darle espacio a una espectadora que gritó: “Y vamos ganando uno a cero”.

Y el puertorriqueño se pasa de la guitarra acústica a la eléctrica, aprieta el pedal wah-wah y ataca con “Superstition”. Un clásico que Stevie Wonder –otro ciego talentoso- compuso para Jeff Beck y que finalmente, al ser tan buena, se lo dejó para él.

Esta conexión pop de Feliciano -más allá de su imbatible manejo en la canción romántica- es notable. Su revisión de “If you don't know me” (Simply Red), “Oye como va” (Tito Puente y “rockeada”  por Santana) y “Billy Jean” (Michael Jackson) estuvo soberbia.

Como también sus improvisaciones con la guitarra acústica en “Bamboleo”, donde se evidencia su influencia en bandas como Los Rodríguez, quienes versionaron “La copa rota”. O baladas imbatibles como “Porque te tengo que olvidar” o “Ay, cariño”. Todo esto, mientras en la galería unas mujeres bailaban (algo tiesas) y le gritaban que eran de Puerto Rico.

Porque Feliciano sabe de rock. Aunque pocos lo sepan, fue uno de los amigos y músicos de la banda que cobijó a John Lennon en las tormentosas sesiones de su disco Rock and roll a mediados de los '70. Ese disco terminal, producido por Phil Spector, en el “fin de semana perdido” de Lennon.

Es significativo que José Feliciano derroche más afecto y pasión que las bandas indie que han visitado este mismo recinto. Como si The Hives o Black Rebel Motorcycle Club fuesen un asunto más estético que emocional. Todo lo contrario a Feliciano que se paseó por el romanticismo, los solos de guitarra, una banda cargada a la salsa y el funk y letras para cantarle al oído a tu novia. Un músico capaz de terminar con “La bamba” y decirle al público que esté feliz porque la selección acaba de ganarle a Argentina. Esto sí que es rockero. Y es latino.

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