El director titular de la Sinfónica pondrá mano firme, como siempre, en estos conciertos de caracter disímil.
El MercurioSANTIAGO.- Un recorrido por cerca de 300 años de música realizará la Orquesta Sinfónica de Chile en el próximo concierto de su temporada, bajo la dirección del titular Michal Nesterowicz. Su regreso al Teatro Universidad de Chile será hoy y mañana 18, a las 19:30, luego de la microgira que la orquesta realizó comunas de la Región Metropolitana.
El concierto será un viaje musical que irá desde el estreno mundial de la obra “Al Mumit” del compositor chileno Edgardo Cantón hasta la Suite del ballet “El pájaro de fuego” de Igor Stravinsky, pasando por “Las cuatro estaciones”, la obra más famosa de Antonio Vivaldi.
En esta obra se decreta el debut en Chile del violinista ruso Sergey Dogadin, quien con sólo 19 años de edad ha ganado premios como el “Nicolo Paganini” y ha tocado con importantes orquestas de Alemania, Francia, Italia, Suiza, Turquía, Estonia, Latvia, Hungría y Holanda.
Primavera, verano, otoño, invierno
Compositor y violinista, Antonio Vivaldi escribió unos 220 conciertos para violín, instrumento que dominaba con gran virtuosismo. De todos ellos, los que le dieron mayor celebridad fueron los famosamente conocidos como “Las cuatro estaciones”, un conjunto de cuatro conciertos para violín y orquesta de cuerdas que evoca las estaciones del año. La obra se encuentra entre la música más audaz de programa del período barroco.
Publicadas en 1725 “Las cuatro estaciones” forman parte de un conjunto de doce conciertos titulados “El Cimiento de la armonía y la invención”. Estos cuatro conciertos constituyen los primeros ejemplos de música programática y, como gran parte de su música, se caracteriza por ritmos vigorosos y fuertes contrastes, marcados además por la incorporación de un virtuoso solista que enfrenta a la toda orquesta.
Venta de entradas desde $4.000 al público general y desde $ 1.000 a estudiantes en la boletería del teatro (Providencia 043, estación Metro Baquedano) y en locales de Feria del Disco y Tiendas París.
Vivaldi nació en Venecia el 4 de marzo de 1678 y su primer maestro fue su padre, violinista de la catedral de San Marcos. A los 25 años se ordenó sacerdote, pero il prete rosso (el cura pelirrojo) como le llamaban, nunca se desvinculó de la música.
Fue director musical del Hospédale Della Pietá, un Conservatorio de niñas huérfanas a las que enseñaba. Dedicó su vida a la creación y escribió 770 obras, entre las cuales se cuentan más de 500 conciertos, 70 sonatas, 45 óperas y una gran variedad de música religiosa.
“Al Mumit” nació como un homenaje del compositor Edgardo Cantón a dos personas que marcaron su vida y cuyas muertes le afectaron profundamente. “Ambos, en diferentes ámbitos fueron mis maestros y amigos”, afirma refiriéndose a Omar Ali Sha y Ricardo Bianchini.
“Humildemente, desde mi oficio de compositor, elevo como una ofrenda a sus memorias esta pieza mixta en la que exploro las posibilidades expresivas alcanzadas por medio de las diversas combinaciones colorísticas logradas entre los instrumentos de la orquesta y otros virtuales que he creado con la magia de la informática musical”, agrega.
La obra expresa su concepción personal acerca de la muerte, donde más allá de un punto final de aniquilación o extinción visualiza como un paso entre la vida terrenal y una de índole superior para la cual debemos prepararnos de alguna manera.
En la interpretación de “Al Mumit” participan junto a la Orquesta Sinfónica, el Coro de la Universidad Central y el grupo La Tierra de Larry, integrado por los profesores de la Facultad de Artes de la Universidad de Chile Rolando Cori (guitarra acústica); Mario Mora (guitarra eléctrica); Leonardo Cendoyya (mesa de mezcla) y el propio Edgardo Cantón (computador).
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