NUEVA YORK.- Los neoyorquinos le deben su famosa Metropolitan Opera a una mezquina disputa entre ricos y superricos. Como a fines del siglo XIX la "high society" establecida no quería compartir sus lujosos palcos con los nuevos ricos, las familias ascendentes Vanderbilt, Morgan, Rockefeller & Co. decidieron construir su propio teatro de ópera.
El 22 de octubre de 1883 con "Fausto", de Charles Gounod, se levantó el telón por primera vez. Por lo tanto, este miércoles la "Met", como se la apodó cariñosamente, celebra su 125 cumpleaños. La competencia de sus comienzos dejó de existir hace tiempo.
La trilogía perfecta
Junto con la Ópera Estatal de Viena y la Scala de Milán, la Metropolitan Opera es uno de los teatros de ópera más prestigiosos del mundo. Enrico Caruso estuvo sobre ese escenario más veces que sumando todas las demás ciudades del mundo entre 1903 y su muerte en 1921.
Maria Callas, Birgit Nilsson, Joan Sutherland, Montserrat Caballé y Luciano Pavarotti cantaban regularmente en Nueva York. Cecilia Bartoli, Anna Netrebko y Deborah Voigt son invitados habituales. Renée Fleming y Plácido Domingo forman parte, podría decirse, del inventario.
Además, grandes directores como Gustav Mahler, Arturo Toscanini, Rafael Kubelik y desde 1973 James Levine pusieron su sello a la casa como directores principales. Con obsesión musical, Levine dotó de primer nivel a la orquesta en los últimos 35 años y el brillante coro es considerado uno de los mejores de Estados Unidos.
Diminutivo: la "Met"
Por eso, los aficionados a la ópera quedaron consternados cuando en julio pasado al maestro de 65 años le tuvieron que extirpar un riñón a causa de un cáncer. Sin embargo, desde hace algunas semanas Levine volvió a su lugar con su habitual entusiasmo.
La "Met" celebra su aniversario con una temporada festiva, que termina el 15 de marzo de 2009 con una gala en honor a la primera actuación de Plácido Domingo hace 40 años.
"Celebramos nuestro cumpleaños 125, pero no nos dormiremos en los laureles", dijo el director general Peter Gelb en la presentación del programa. "Queremos garantizar que la ’Met’ tendrá éxito otros 125 años".
Y es que la ópera -lo que no debe extrañar en una dama tan mayor- también tuvo sus épocas menos gloriosos. Sin embargo, el ex productor de discos Gelb aporta aire fresco a la casa desde hace dos años.
No sólo quiere ofrecer al público buena música, sino también buen teatro y logró contar para nuevas puestas en escena con grandes directores de cine y teatro como Luc Bondy, Richard Eyer, Anthony Minghella y Peter Stein.
Temporada de acción
Entre las seis producciones nuevas de esta temporada figura la ópera contemporánea "Doctor Atomic", de John Adams, y "La Damnation de Faust", de Hector Berlioz, con la dirección del innovador canadiense Robert Lepage.
La "Met" también sigue nuevos caminos en el intento de ganar a un público más joven para la ópera. Hasta hace poco, el promedio de edad estaba en 60 años. Un éxito fue sobre todo la transmisión en directo de las representaciones de ópera en salas de cine. Varias ciudades del mundo participan en el programa "Metropolitan Opera: Live in HD".
Además, existe una programación de radio de 24 horas con grabaciones actuales e históricas, transmisiones en vivo de óperas vía Internet (www.metopera.org) y una programación especial para niños. Las cifras le dan la razón a Gelb: en la pasada temporada, se vendieron el 88 por ciento de las entradas. A pesar de la crisis económica, eso supone un aumento de más del 11 por ciento con respecto a la temporada de hace dos años.
Cuando la Metropolitan Opera se inauguró en 1883 con una esplendorosa gala, su sede era un edificio nuevo en Broadway. En 1966, se trasladó junto con otras 12 instituciones culturales al Lincoln Center, cerca del Central Park. Allí, la "Met", junto a su rival más pequeña y joven la New York City Opera, tiene un teatro con 3.900 lugares, la más moderna tecnología escénica y murales de Marc Chagall