Color y tecnicolor. Keane es una banda que avanza sin repetir fórmulas exitosas en su totalidad.
Universal MusicSANTIAGO.- Tras haber vendido más de ocho millones de copias de Hopes and fears (2004) y Under the iron sea (2006) y reconsiderar las melodías rock sin guitarras con hits como “Is it any wonder?”, “Everybody’s changing”, “Crystall ball” y “Somewhere only we know”, Keane regresa al ruedo pop con Perfect symmetry, su nuevo disco.
Tom Chaplin, Tim Rice-Oxley y Richard Hughes regresan presentan una explosión en tecnicolor de estelares y puras canciones pop, que se puede apreciar ya desde la portada del disco, presetanda esta semana a nivel mundial.
Según la prensa especializada en Inglaterra, Perfect symmetry encuentra a Keane en unos de sus momentos de mayor altura y confirma a Rice-Oxley como uno de los compositores británicos de mayor capacidad melódica de la última década en su tierra.
El disco tiene once canciones. Una de ellas, "Spiralling", fue liberada en Internet por la banda, que autorizó su descarga gratuita durante una semana en su sitio oficial.
El desafío grupal
Perfect symmetry es el primer disco de Keane que incluye saxos, voces grabadas a través de un bombo de batería, grabaciones en estudios de Berlín, París y Londres, producción de ellos mismos con ayuda de reconocidos profesionales como Jon Brion (Rufus Wainwright, Kanye West) y Stuart Price (Madonna, Les Rhythmes Digitales).
“Siempre dijimos que queríamos desafiarnos a nosotros mismos”, dice Hughes. “La mayoría de las bandas, cuando editan un disco, siempre dicen que se han esforzado más que antes. Pero todos somos amantes de la música, leemos ese tipo de declaraciones y enseguida pensamos “¡Genial, no puedo esperar para escucharlo!”, pero cuando lo haces y te agarra cierta decepción”.
“No hay nada en nuestra compañía hubiera amado más que hubiéramos hecho Hopes and fears tres veces” agrega, “pero ya hicimos uno y fue suficiente”.
El resultado es un disco hecho de canciones en la clásica tradición británica de “alegría-tristeza” que sucede desde los tiempos de los Beatles. O, como dice Hughes, “temas que no son felices, pero suenan a felices”. Algunos ya encontraron influencia de los '80 en partes de Perfect symmetry, Si ese es el caso, Keane dice que fue en el espíritu de aventura, añoranza de aquel pop audaz y no un intento de pastiche retro.