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Conozca a George Gershwin: Orquesta Sinfónica toca al maestro norteamericano

El autor de la famosa ópera "Porgy and Bess" tiene mucho más que mostrar. Probablemente usted ya lo ha escuchado sin saber que detrás está el apellido Gershwin. Este viernes y sábado en el Teatro Baquedano.

22 de Octubre de 2008 | 12:39 | El Mercurio Online
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George Gershwin fue rechazado como alumno por Stravinsky, Boulanger y Ravel. Junto a Duke Ellington es considerado hoy la pluma más importante de la historia norteamericana.

Archivo

SANTIAGO.- Obras famosas como “Rhapsody in blue” y “Un americano en París” forman parte del homenaje musical al compositor norteamericano que ofrecerá la Sinfónica de Chile, este viernes 24 y sábado 25 de octubre, en el Teatro Universidad de Chile. 

A ciento diez años del nacimiento de George Gershwin, uno de los más célebres compositores norteamericanos de música clásica y popular, la premiada batuta de Michal Nesterowicz dirigirá a la Sinfónica de Chile en el programa de homenaje.

El repertorio incluye “Un Americano en París”, además de las Oberturas “Strike up the Band”,  “Obertura Cubana” y  “Let’em eat cake” y “Rhapsody in blue”, clásico que en esta ocasión será interpretado por la solista Luisa Cánepa.

Un fenómeno musical

Para Michal Nesterowicz, Gershwin es “un fenómeno, un compositor impresionante que fue capaz juntar la música de jazz y la clásica. Es diferente el sentimiento de interpretar esta música y eso es lo difícil para los músicos de la orquesta: sentir el jazz, pero afortunadamente Gershwin fue muy claro en las partituras y su instrumentación es brillante, lo que ayuda mucho a la orquesta clásica. Estas piezas son verdadero jazz".


El director titular de la Orquesta Sinfónica, señaló que "en 'Un americano en París', que interpretaremos en esta oportunidad, hay algunos pequeños momentos de jazz. Esta obra es una historia muy romántica, un poema con elementos de jazz. Sí, Gershwin es un diferente sentimiento para los músicos clásicos y como Gershwin era maravilloso e hizo una instrumentación fantástica, no resulta tan difícil interpretarlo como se pensaría que podría ser”.

Súper talento precoz

Gershwin tenía sólo 25 años de edad cuando compuso su “Rhapsody in blue” para piano y orquesta donde sintetiza manera original algunos elementos  del jazz, como la síncopa,  con otros de procedencia clásica. Esta mezcla provocó gran polémica luego de su estreno el 12 de febrero de 1924. No obstante, al poco tiempo, la obra formó parte del repertorio de los mejores solistas y las más destacadas orquestas. Pronto compositores europeos y estadounidenses comenzaron a utilizar en sus obras melodías y patrones rítmicos del jazz. 
 
Entradas público general desde $ 4.000 y estudiantes desde $ 1.000 en boletería del Teatro (Providencia 043,metro Baquedano); en locales de Feria del Disco  y en www.feriaticket.cl.

Pasos gigantes

Hijo de una familia de inmigrantes rusos de origen judío, George Gershwin nació en Brooklyn, Nueva York, el 26 de septiembre de 1898. Demostró desde muy pequeño su interés por la música y aprendió a tocar el piano en forma autodidacta. Su padre, al apreciar su virtuosismo, le hizo tomar clases con Charles Hambitzer quien lo introdujo en la música clásica. Luego estudió con los compositores estadounidenses Rubin Goldmark, Henry Cowell y Wallingford Riegger y con el ruso Joseph Schillinger.

Era todavía una adolescente de 16 años cuando se convirtió en pianista y promotor de canciones de una empresa de publicaciones musicales, trabajo que lo motivó a componer sus propias canciones y le permitió empinarse hacia el éxito.
 
Admirador de Irving Berlin y Jerome Kern, ídolos de la época en Broadway por sus canciones y comedias musicales, Gershwin soñaba con triunfar como compositor en las salas de concierto. Un sueño que no estaba lejos ya que desde la creación de su primer musical para Broadway, “La, la, Lucille” y con sus siguientes obras,  consiguió rápidamente un éxito que lo hizo aún más popular que Berlin y Kern.

Con igual aceptación, a partir de la década de 1920, se abocó a la composición de trabajos destinados a las salas de concierto. A pesar de sus triunfos, Gershwin tenía mínimos estudios formales y decidió  viajar a París en busca de maestros que le permitieran profundizar sus conocimientos que eran más bien intuitivos, pero fue rechazado por Igor Strawinsky, Nadia Boulanger y Maurice Ravel. 

Se cuenta que este último le preguntó: “¿Cuánto dinero ganó usted el año pasado?”, “US $ 200.000”, le respondió Gershwin. “Entonces yo debería tomar clases con usted”, le dijo el compositor francés. Después de escribir la pieza sinfónica “Un americano en París” volvió a Estados Unidos decepcionado del ambiente musical francés que consideraba “elitista y arrogante”.