El violoncello sin límites

Su música y hasta su voz se hallan en más sitios de los que parece a simple vista. La silueta de Ángela Acuña junto a su violoncello se ha vuelto una figura habitual en la música para cine o teatro en los últimos años en Chile, pero es ella la que además se escucha en la voz vulnerable que entona la canción de la serie "Cárcel de mujeres", de TVN, y eran sus composiciones las de la banda sonora de "Geografía del deseo", por mencionar un par de ejemplos.

Ángela Acuña es una de las más solicitadas compositoras actuales de música incidental, y después de acumular encargos como esos y otros, ya es la hora de un inventario. Pronto será un disco que espera lanzar con ese repertorio. Acaba de presentar esa misma música junto a veinte cantantes y músicos invitados en el Teatro del Puente de la capital. Y donde por primera vez no fue la convocada, sino la dueña de casa.

Todos esos caracteres: los invitados

Corren días agitados para la cellista. Veinticuatro horas antes acaba de lanzar en vivo el disco de su nuevo grupo, Malabia, que incluye varias de estas canciones: es el trío entre Javiera Parra (voz y guitarra), Cristián López (guitarra) –ambos integrantes de Javiera & los Imposibles– y la propia Ángela Acuña. Y al día siguiente de su concierto tomará un avión a Madrid, donde se unirá al elenco entre Ángel, la propia Javiera y Ángel Parra hijo para un tributo a Violeta Parra. Pero su propio disco va a quedar presentado antes del viaje.

-La idea de este concierto es que va a ser un pre-lanzamiento del disco -explica Ángela Acuña, autora de todas las composiciones y arreglos del repertorio, mientras termina de transcribir las últimas partituras al lado de su piano la noche antes del estreno-. Primero el recital y después terminar de grabarlo. La mayoría de las canciones fue hecha para algún encargo y están dentro de una obra que ya se dio. Ésa es la gracia del concierto.

En el programa habrá canciones de películas como Padre nuestro, de las citadas series de TV "Geografía del deseo" y "Cárcel de mujeres" y de obras de teatro como Mi joven corazón idiota, entre otras. La base será un cuarteto de cuerdas con y un trío de violoncellos, y sobre ellos habrá un desfile de cantantes y músicos invitados como Carlos Cabezas, Silvio Paredes, Cuti Aste, María Izquierdo, Gabriel Vigliensoni, Denisse Malebrán y Gonzalo Henríquez.

-Silvio Paredes va a tocar stick, Gabriel Vigliensoni, que nunca ha cantado, también va a cantar. Cuti (Aste) está por lanzar su disco, en el que también canta -pasa revista Ángela Acuña-. He estado a cargo de todo, pero también rodeada de gente muy amorosa, o todos me quieren mucho, parece. Cabezas nunca había escuchado estas canciones, ni siquiera había ido a ver la obra.

-¿Armaste unas conexiones nuevas también, más allá de las partituras?
-Sí, porque es música que hice yo, pero todos reaccionan de manera distinta. Ha sido gratificante al enfrentar las canciones y ensayar en un mismo día con seis personas.

-¿Les das hora, como la doctora?
-Sí, y fue súper enriquecedor conocer todos esos caracteres. Me di cuenta de que se puede hacer, juntar a gente que nunca antes se podría haber juntado. Cuando grabas un disco tú no ves a la gente, por ejemplo. Estoy esperando a mañana sobre todo por la experiencia de ver a todos juntos en un escenario.

Gata en cello

-¿Cómo ha sido el paso entre componer sola, luego proponer esa música para una obra y ahora transformar de nuevo las canciones?
-No tenía idea de que iba a hacer las canciones en este contexto. El disco lo fue pidiendo, porque es natural hacer un lanzamiento (en vivo) de un disco. Son esas tres etapas: yo soy la que canta cuando hago la música sola. Después pienso a quién le corresponde cantarlo. Casi siempre le hago canciones a la Javi (Javiera Parra). Y ahora me doy como el gustito de elegir: quiero a Cabezas, quiero al Cuti (Aste). Y también me voy a dar el gusto de cantar yo. Con mi voz de gatito.

-¿Qué es más difícil como disciplina, hacer canciones o música incidental?
-Me parece más complejo hacer música incidental, como se conoce, porque es mucho más abstracto, sobre todo cuando sólo te pasan un guión. Es muy raro, también tienes que buscar y conectar con el mundo abstracto de la música, y para eso uno estudió tantos años su instrumento. Pero mi última etapa ha sido más de hacer canciones.

-¿Y te sorprende hacer canciones?
-Yo empecé por otro lado, pero me da gusto haberme encontrado con esta faceta. Me doy cuenta de que es música más popular, me gusta que la gente se acuerde de las canciones porque, dentro de todo, este mundo de las películas o del teatro es un poco más cerrado. Pero he estado bien rodeada de gente que me ha hecho las cosas fáciles, empezando por Andrés Pérez, María Izquierdo, Rodrigo Sepúlveda, Francisca Bernardi…

-Ahora esto se te juntó con Malabia. ¿Son cosas que tienen que ver?
-Tiene todo en común. Tiene todo que ver. Algunas de estas canciones también están en el disco de Malabia, y ya estoy haciendo canciones para el futuro disco. Y eso también abre una puerta. Ya no voy a necesitar una excusa para hacer una canción.