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La menina de la casa

La hermana menor de los renombrados jazzistas chilenos Roberto (violín), Mario (piano) y Pablo (bajo) tiene algo que decir también. Y lo dice con su primer disco, Meus filhos, el resumen de todos los años que ella escribió canciones con la naturalidad que le da el apellido Lecaros, pero que mantuvo en privado hasta que terminó de criar a sus cuatro hijos. Hoy lanza esta colección de canciones, que están dedicadas a otros músicos de esta familia: Martina, Miguel Ángel, Lautaro y Manuel.

29 de Octubre de 2008 | 11:29 |

Al interior de una familia numerosa es lógico que el hermano menor nunca reciba toda la atención que tuvieron los mayores. Inés del Carmen Lecaros vivió ese efecto y lo recuerda muy bien cuando merodeaba la antigua casa de los Lecaros-Venegas, dos apellidos chilenos marcados por la música. Ella también quedó así de marcada.

-Mi papá tocaba el acordeón en la orquesta del tío Fernando (Lecaros, uno de los máximos directores populares chilenos y compositores de canciones de raíz, como el clásico “A motu yanei”, la recordada “mapuchina”) y mi mamá tocaba la guitarra. le gustaba el folclor. Yo nacií y me crié con canciones, con valses, foxtrots, cuecas y boleros que cantaban mis papás y mis tíos. Y después con bossa nova y jazz, que fue la música que tocaron mis hermanos cuando empezaron a convertirse en músicos profesionales-, dice Inés, nombre oficial que quedó desplazado por su diminutivo chileno: Nené.

La autora y cantante lanza su primer disco de composiciones personales, organizadas ahora en un disco que se llama Meus filhos y que esta noche lanzará en la apertura del ciclo Vía Exclusiva  el teatro de Matucana 100 (21:00 horas, $5.000), con un cuadro de invitados de jeraraquía: Tendrá a Joe Vasconcellos en las percusiones, por ejemplo. Y a Francesca Ancarola en los coros. Pero también a esos hermanos mayores que se fueron sumando poco a poco a las grabaciones: Roberto Lecaros tocó el violín en “Foxtrot”, Mario Lecaros tocó el piano en “Meus filhos”, “Antes de ayer”, “Aunque ya no estés” y “Navegao” y Pablo Lecaros se convirtió en el bajista de la banda operativa. Su grupo además incluye a Andrés Pérez (saxo tenor), Mauricio Rodríguez (guitarra) y Félix Lecaros (batería).

Meus filhos es un disco que se va en distintas direcciones a la vez. Pop-jazz por un lado, fusión latinoamericana por el otro. Nené Lecaros pertenece además a esa generación que cruzó las líneas de los estilos musicales y por eso se distinguen en su estreno discográfico estéticas diversas como el bolero y la bossa nova.

-El bolero era algo natural. Estaba cada día en mi casa. Además, aunque mis hermanos son conocidos como jazzistas, también ha escritos boleros maravillosos. La bossa nova viene de la época en que yo era una niña, una menina, por eso escribí “Menina”, donde cuento la historia de cuánto me gustaban estas canciones. Yo tendría unos cinco años y veía a mi hermano Roberto ensayar con Rita Góngora (la cantante de jazz y bossa). Me maravillé.

-¿Y el resto del material? Un foxtrot chileno, por ejemplo…
-Esa canción está dedicada a mi papá (Mario Lecaros Sánchez). El tiempo inicial lo marca él. Es una grabación antigua, porque él falleció en 1988. Después sigue toda la banda en la grabación actual. Es un foxtrot que se llama así, simplemente, “Foxtrot”.

-El foxtrot era música popular chilena antigua, pero también grabaste ahora cosas más lanzadas.
-“Mousse de chocolate” la hice en mi cabeza, completa. De una sola vez. Es un ejercicio técnico vocal y auditivo. Es puro Charlie Parker, uno de los músicos que siempre escuché de chica y que me gustaban mucho. De hecho, la primera vez que canté en público fue en el Club de Jazz y canté un tema de Charlie Parker. Yo estaba viendo a mis hermanos tocar y derrepente me dijeron que subiera a cantar. Fue un riesgo, pero lo logré. “Mousse de chocolate”, con unísonos de voz y saxo con Andrés Pérez, es puro bebop. Otra canción importante es “Navegao”.

-¿Esa canción es parte de tu gusto por la música brasileña?
-Noooo. No es un título en portugués, es en chileno-chileno. Se debería llamar “Navegado”, pero la escribí como hablamos nosotros no más: “Navegao”. Es un resumen de todos los estilos que hecho hasta hoy. Porque hasta el folclor he tomado para escribir canciones. Es un tema muy volado. Me sugirió un viaje en barco y la hice así, de una vez.

-Hay mucha inspiración espontánea. ¿Cómo compones tus canciones?
-Todos los temas que están en el disco salieron tal cual. Con letra o sin letra. Los que no tenían letra quedaron sin letra. Te diría que el único que lo procesé más fue el bolero “Aunque ya no estés”, que no lo terminé en su momento. Lo retomé después para un concurso. Pero también lo hice inspirada en algo: en una fotografía de mis padres. Es una canción que imagina lo que pensaría mi mamá al recordar a mi papá. En el fondo no lo canto yo sino ella.

-Hay mucho tiempo recorrido y ahora recién tienes un disco propio. ¿Por qué no lo hiciste antes?
-Yo empecé cantando en los coros de niños que armaba mi mamá. Ella me ponía en medio de las primeras y las segundas voces porque tenía buen oído y podía ajustar el coro cuando las segundas voces se desconcentraban. Yo les cantaba su parte para que no se vinieran para las primeras voces. Después empecé a cantar en estudios de grabación con Jaime de Aguirre, cuando estaba en el colegio. Y desde ese tiempo ya escribía canciones. Nunca tuve pretensiones de figurar. Tengo una personalidad de bajo perfil. Me dediqué a criar a mis cuatro hijos, Martina (23), Miguel Ángel (20), Lautaro (14) y Manuel (10), que son todos músicos. Me dije “cuando termine de criar vuelvo a la música”. Y gracias a la Martina tengo este disco, porque ella me ayudo a programarlo. Se llama Meus filhos por eso. Es una dedicatoria y un agradecimiento también a mis hijos.

-¿Y por qué en portugués?
-Porque tiene mucho más carácter y sonido.

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