MINNEAPOLIS.- El Instituto de las Artes de Minneapolis envió una pintura del cubista Fernand Leger a los herederos de un coleccionista de arte judío en Francia, tras concluir que los nazis se la habían robado durante la Segunda Guerra Mundial.
El museo tenía la obra “Smoke Over Rooftops” de 1911, desde 1961. Después de una década de averiguaciones decidió devolverla a los herederos del renombrado coleccionista parisino Alphonse Kann, quien murió en 1948.
"Tras investigar este asunto hasta el final, decidimos que teníamos que regresar la pintura; era lo correcto", dijo el director del instituto, Kaywin Feldman, al Star Tribune en su edición del jueves.
En 1997, el museo recibió una carta en la que decía que el cuadro había sido parte de la colección de Kann confiscada por los nazis tras fugarse de París a Londres. Kann recuperó gran parte de su arte después de la guerra, pero no la obra de Leger, ahora valorada en unos 2,8 millones de dólares.
En 1961 el instituto recibió el cuadro como legado del empresario de Minneapolis Putnam Dana McMillan, quien lo adquirió diez años antes en la Galería Buchholz de Nueva York.
Tomó años determinar si los argumentos de la carta eran legítimos. "Smoke Over Rooftops" (Humo sobre azoteas) fue un tema que Leger pintó al menos seis veces, por lo que al principio no estaba claro si se trataba del mismo cuadro.
La investigación abarcó documentos, galerías y archivos de subastas de la era nazi en cuatro continentes.
Este no es un dilema inusual para un museo. Según la Asociación de Directores de Museos de Arte, entre 1998 y julio del 2006 los museos estadounidenses identificaron en sus colecciones 22 trabajos que habían sido robados por los nazis. Parte del arte se devolvió a sus dueños y en otros casos alcanzaron acuerdos para quedárselos.
Los investigadores establecieron que luego que Kann huyó de París los nazis confiscaron la mayor parte de su colección, un tesoro tan extenso que su inventario abarcó 60 páginas escritas a máquina. Un comerciante de arte de París, Galerie Leiris, ofreció el cuadro en subasta en 1942 y más tarde se lo vendió a la Galería Buchholz.