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La duquesa en exclusiva

Con sus esmerados contoneos y su calidad vocal, la cantante presentó un show que, aunque no llenó el teatro, sí dejó satisfechos a los presentes con la música de su disco The dutchess, la de Black Eyed Peas y otro clásicos del rock.

31 de Octubre de 2008 | 13:45 |
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La cantante de los estadounidenses Black Eyed Peas vino a un show privado al Teatro Caupolicán.

Foto: Claudio Bueno.

–I like pescado frito –dijo Stacy Ann Ferguson, conocida en la escena musical como Fergie, sobre el escenario del Teatro Caupolicán, antes de que el público celebrara con gritos su aceptable pronunciación en español. –What do you like to eat?… ¿Comida? –preguntó enseguida la californiana a un público algo desconcertado ante la pregunta gastronómica hecha en medio de un concierto. Poco a poco, los escasos grupos de fans presentes fueron comprendiendo el plan de la cantante, y a coro comenzaron a gritar la respuesta esperada y el motivo que los tenía a todos reunidos ahí: "Fergie, Fergie, Fergie, Fergie…".


La canción "Fergalicious" coronó el show privado que organizó una marca de celulares junto a una compañía de telefonía móvil, que trajeron hasta Santiago a la aún vocalista de Black Eyed Peas a su segunda presentación en Chile, la primera como solista, y que está conformada por las canciones de su disco The dutchess (2006). Tal vez la decisión de haber hecho un concierto exclusivo para los clientes de las empresas involucradas fue lo que determinó que el teatro estuviera lejos de verse lleno, por más que las luces del recinto evitaran apuntar hacia algunos sectores desolados de la galería. Sin embargo, la artista demostró en el escenario porqué tres Grammy se han posado en sus manos.


"Here I come" y "London bridge" dieron inicio al show que, en un principio, se caracterizó por la polera blanca que vestía la rapera, estampada con varios rostros del candidato presidencial demócrata de EE.UU., Barack Obama. Hubo una sobredosis de contoneos de los bailarines y de la cantante, quien no escatimó en dar cuantas veces quiso la espalda, facilitando así el primerísimo primer plano de sus short negros proyectados en la pantalla gigante del teatro.

Más adelante, y tras un intermedio musical que enseñó la versatilidad de la banda que acompaña a la cantante -con un solo de saxo (Tim Izo), de guitarra (George Pajon Jr.), trompeta (Printz Board) y batería (Keith Harris)- Fergie regresó hasta el escenario con un brillante minivestido dorado para cantar "Glamorous", otro de los famosos singles de su disco solista. Pero a pesar de que el lento "Finally" encendió poco los ánimos de los presentes, sin duda, fue con esta canción que la estadounidense pudo destacar su calidad vocal, demostrando que su show no se trataba sólo de mucho baile y canciones pegajosas. Fue algo que ella volvió a dejar claro con un "free style" antes de que en medio del toque de éxtasis artístico decidiera lanzar su botella de agua, no sin antes beber de ella y rociar a la primera fila. El proyectil de plástico cayó en medio de la cancha, donde una rápida señora, con un pequeño poodle blanco en brazos, se apresuró a recogerla para mostrar orgullosa, cual antorcha, su botella sabor a "fergalicious".

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