EMOLTV

4:13 Dream

03 de Noviembre de 2008 | 09:13 |
imagen

Es el modo en el que esquivar la caricatura, y no la innovación, lo que motiva la búsqueda de cualquier banda rock de más de treinta años de historia. Robert Smith es un sujeto radicalmente opuesto a Mick Jagger, pero el lápiz labial corrido y el pantalón pitillo de uno y otro combinan cada vez mejor. The Cure y The Rolling Stones ruedan hoy sobre un engranaje institucional: dejar contentos a los fans a partir de la fidelidad a las claves más significativas de su historia e identidad.

Desde ese punto de vista, 4:13 Dream es el disco más efectivo de The Cure en años: recupera atmósferas no escuchadas desde Wish (1992), transmite al menos una parte del oscuro romanticismo que convirtió a Smith en un improbable galán para la muchachada proto-emo de los años '80, se afirma sobre códigos formales (la superposición de voces, la palabrería introspectiva —"no intentaré arrastrarte a mi suicidio"—, la guitarra wah-wah que avanza hacia quién sabe dónde, las simpáticas líneas de teclado) que hacen a la banda completamente reconocible.

Sin embargo, The Cure se ha metido a estudio ya trece veces, y ese desgaste suele resultar en temas a medio hacer e ideas no depuradas, una tara que la banda no puede esquivar pese a la opción generalizada por el pop uplifting, y que al menos maquilla con brillos de distracción. Desde Wish, The Cure viene editando discos cada cuatro años y éste, que se anunció como un álbum doble, nutre sólo en parte la ansiedad por la espera. “Underneath the stars” es el mejor y más largo tema del álbum: un título deudor de las inolvidables ambientaciones de Disintegration (1989) que larga con partida de caballo inglés un álbum que, inevitablemente, arriba a la meta como un potro cansado.

—Cristina Hynde

EL COMENTARISTA OPINA
¿Cómo puedo ser parte del Comentarista Opina?