Valeria Mazza en una de sus apariciones públicas de este año, durante la Copa Davis en Buenos Aires.
Reuters
BUENOS AIRES.- La modelo argentina Valeria Mazza es investigada en un juicio penal iniciado por la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) de Argentina, por una presunta evasión de impuestos por unos dos millones de dólares.
El ente recaudador denunció que la glamorosa modelo y su esposo, Alejandro Gravier, habrían montado "una compleja ingeniería contable para computar como gastos comerciales sus viajes por el mundo, sus cubiertos de plata, la amortización de un Jaguar y un Land Rover y hasta excursiones de esquí por 430.000 pesos (126.000 dólares), que dedujeron de impuestos", según revela el diario Crítica.
El juicio está a cargo del juez Juan Galván Greenway, del Juzgado en lo Penal Tributario Nro. 3 de Buenos Aires.
Mazza y Gravier también están acusados de haber contratado la facturación de servicios que nunca percibieron, con el fin de deducirlos de impuestos.
Eso le permitiría al magistrado "probar la existencia de una asociación ilícita, constituida con el único fin de defraudar al fisco", señala la denuncia de la AFIP. El organismo también acusa a la modelo de haber ocultado parte de sus ingresos en el exterior, especialmente en Italia, y de haber computado "en exceso" algunas retenciones efectuadas en los países donde trabajó.
La modelo y su esposo, casados desde 1998 y con cuatro hijos, alegaron que los gastos comerciales deducidos de su carga tributaria son necesarios para mantener el negocio de la "imagen" de Valeria Mazza.
Mazza también fue cuestionada en los últimos días por el conocido diseñador de alta costura Roberto Piazza, quien criticó que la modelo fuera distinguida en Buenos Aires por su "excelencia solidaria" en los premios a la Responsabilidad Social Comunicativa.
Piazza aseguró que la modela no merecía el premio por ser "discriminadora" de la comunidad homosexual. Dijo estar "harto de que a una señora discriminadora como la señora Valeria Mazza la premien por ser solidaria".
En 2004, Mazza dijo que "la adopción entre parejas de un mismo sexo es una locura" y algo "aberrante", ya que los niños deben tener "un referente paterno y uno materno".
