Destacado escritor colombiano critica duramente la presencia de su país en la Feria del Libro

SANTIAGO.- El poeta colombiano Fernando Herrera pasea con gusto, en estos días, por La Feria del Libro de Santiago. "El sitio me parece precioso. La Estación Mapocho es una hermosura, está muy bien conservada, aunque es una lástima que hoy haya escritores y no trenes", dice sobre el recinto ubicado frente al Mercado Central, donde ya probó el caldillo de congrio descrito por Pablo Neruda. "Los colombianos conocemos de memoria sus poemas", cuenta.

El Premio Nacional de Literatura 2007 —gracias al libro "El breviario de Santana", que hoy presentará— parece conforme como una de las figuras principales del país invitado de honor de esta edición, pero no es tan así. A su juicio, no se aprovechó ese rol como plataforma para presentar adecuadamente la literatura colombiana. "Noto mucha escasez. Hay una buena exposición de la obra de Gabo (Gabriel García Márquez), pero la parte libros está bastante escasa. Eso no es culpa de Chile, sino de lo que se escogió en Colombia para traer", reclama.

Herrera ejemplifica con "una única colección de poesía, que tiene al menos 50 títulos de poetas magníficos. Hay un par de títulos míos allí, pero no es por eso, sino porque es una grandísima colección. Cómo es posible que no esté, mientras hay una gran cantidad de libros de autoayuda, tontísimos, y demás cosas que no tienen la menor relevancia. Cómo es posible que esa colección no esté en la Feria del Libro de Chile, siendo Colombia el país invitado de honor. Es una cosa que no es perdonable a quienes organizaron la Feria, por parte de Colombia".

-Sí figuran bastantes libros que tienen relación con la temática del secuestro y la guerrilla...
-Es que eso vende, pero no creo que el señor (John) Pinchao, valiente por haberse burlado de las Farc, sea un escritor. Eso se lo debe haber escrito un periodista. Es un hombre bastante primario, un policía y tal. Está muy bien, no lo critico a él, me parece valiente por haberse logrado escapar, pero no creo que sea muy buen escritor. En cambio no vi un solo libro de Tomás González, que de mi generación sea tal vez el mejor escritor de todos.

-¿Pero el secuestro figura sólo porque "vende", o porque ha determinado efectivamente a la literatura colombiana de los últimos años?
-En alguna medida, porque quienes escribimos estamos sujetos a las influencias de lo que sucede en nuestro tiempo. Nadie se puede sustraer a eso. Pero sí creo que esos libros ya tan específicos, sí tienen que ver con la cosa comercial. Yo no sé dónde vamos a llegar, porque en Colombia hay tres mil o cuatro mil secuestrados, y cada uno contará su historia, cada uno escribirá su libro. Pretender eso, yo no sé si sea del todo sensato.

-Usted va a presentar además "El breviario de Santana", el libro que le valió el Premio Nacional de Literatura. El jurado que lo distinguió dijo entonces que su obra se encuentra "a contracorriente de los tópicos de la actual poesía colombiana". ¿Cuál diría usted que son esos tópicos?
-Creo que hay muchas cosas de lo que hablábamos: La violencia, el secuestro, ese tipo de cosas, que más bien son tratadas de una manera no literariamente muy bella. En este libro hay alguna mención también a ese tipo de cosas. Son 61 poemas en prosa que dan cuenta de los oficios y los elementos de una hacienda en la sabana de Bogotá.