EMOLTV

"Que la gente recupere mis canciones"

El histórico cantante está de regreso en su Chile natal y a dos bandas. Viene a lanzar su nueva novela El clandestino de la casa roja a la Feria del Libro de Santiago e invita a bajar gratis sus discos en Internet: años de música e historia a un click de distancia. "Al pueblo lo que es del pueblo", dice.

06 de Noviembre de 2008 | 22:55 |

Lleva varios días en Chile para cantar como es habitual, pero esta vez la visita de Ángel Parra empieza con su oficio paralelo de escritor. El músico chileno, residente en París desde su exilio político iniciado en 1973 y protagonista de la canción popular desde los años '60, trae su nueva novela El clandestino de la casa roja, que presentará este sábado 9 de noviembre en la Feria del Libro de Santiago.

Si bien la música es su primer oficio, las letras no son de última hora en su carrera. El nuevo libro sucede a Dos palomitas y una novelita corta (2003), Manos en la nuca (2005) y el testimonial Violeta se fue a los cielos (2006), donde el autor pinta un retrato personal de su madre Violeta Parra. "Entonces vengo ya con una cuerda hace rato", explica Ángel Parra, que en su actual novela relata la historia de un dirigente en la clandestinidad chilena posterior al golpe de 1973.

-Se puede decir que por lo menos es un cincuenta por ciento de verdad y un cincuenta por ciento de mentira -estima el autor-. Pero está romanceado (novelado), no es testimonio. Es una novela política erótica y humorística. No tengo la cultura literaria ni soy escritor; soy un aprendiz de brujo, saco afuera estas cosas porque he encontrado en ciertos círculos una aproximación cariñosa, donde dicen que es necesario no sólo para la salud mía, sino para la de mucha gente.

-¿Es otra forma de abordar el tema político también?
-Es totalmente natural, pero no me he propuesto escribir cuarenta libros sobre el tema. Estoy pensando que el próximo sea de catorce cuentos eróticos, para otras tantas canciones. Cada canción va a llevar un cuento. No quiero quedar en un solo registro, de "Ah, este gallo de lo único que habla es de cuando estuvo preso". Es político, pero también es humorístico.

-¿Y erótico?
-Eso más que nunca.


Siete veces al día

La agenda musical ha estado aun más nutrida en el último tiempo para Parra. El cantante viene de actuar en octubre en compromisos como un Festival Mundial de la Cancion Folk en Beijing y en un concierto por el centenario del Presidente Salvador Allende en París.

Su pianista Matías Pizarro junto a integrantes del grupo chileno Cántaro como Diana Rojas (cello), Mario Hurtado (flauta traversa) y Hernán Saavedra (percusión) son parte de su grupo. Y los días 25 y 26 de octubre tocó además en Madrid con sus hijos Javiera y Ángel Parra y la cellista Ángela Acuña, en el homenaje "En torno a Violeta" efectuado en el Círculo de Bellas Artes de la capital española.

-En esas maldades ando -informa Parra. Se trata de un tributo a su madre que incluye el histórico documental sobre la estada de Violeta Parra en Suiza. "Y no va charcuteado, cortado en rodajas. No sabes cómo la gente lo agradece, es una maravilla", dice. Y su más reciente disco es De fiesta con Georges Brassens (2006), con recreaciones de obras de ese irreverente y a la vez conmovedor trovador francés, junto con composiciones originales. "Agregué siete canciones que compuse en un día, en 2005", recuerda Parra.

-¿Sí? ¿Qué pasó en ese día tan prolífico?
-No sé, me levanté en la mañana, vi una foto en el diario "El País", de unos obispos que andaban reclamando en la calle contra los homosexuales, y de ahí salieron las canciones. No paré en todo el día de escribirlas, y están en el mismo espíritu del disco.

-¿Ya tienes planes de grabar algo nuevo?
-Me está dando vuelta por la cabeza un disco de puras canciones sobre París, en francés, para el año próximo, con organillos y acordeón, que sea totalmente callejero. Al comienzo quería hacer un disco de tangos. Pero no quiero pelearme con mis amigos argentinos, para que me digan "pero che, no tenés derecho a cantar tango".


Las botas puestas y la bandera al tope

En materia de discos Parra tiene además noticias históricas. Este año puso a libre disposición en su sitio en Internet el grueso de su discografía, en una colección entre 1958 y 1988. Treinta años justos de historia bajo una sola invitación: "baje discos".

-El objetivo es que la gente recupere esas canciones, que las haga propias, que las escuche cuando quiera. No todas (las de su carrera) se pueden bajar, porque algunas pertenecen a casas disqueras, como Alerce, que tiene una linda historia de defensa del canto popular. Pero están aquellos discos en los que yo soy el productor.

-Entre los comentarios tienes hasta un mensaje de Carlos Alfonso Lastarria, de los Bric-A-Brac.
-Hay cantidad de reacciones y cartas de la gente y, bueno, quería devolver al pueblo lo que es del pueblo. Ellos querían esas canciones que a lo mejor representan el pasado de sus padres. Hay gente que me dice "pucha, por fin mis hijos me dicen que van a conocer tus canciones". No soy millonario, no me puedo dar a la ciencia ni a la política y nunca voy a ser candidado a nada. Es lo único que puedo dar.

-¿Eso implicó renunciar a la retribución económica por esos discos?
-Estoy renunciando porque yo tengo casi 65 años; uno llega a un punto en la vida en que no puede estar pensando en el chaucheo. Yo hago muchos conciertos, vivo de ese trabajo y defiendo totalmente los derechos de autor, me parece sumamente legítimo y bueno el trabajo que hacen la SCD y la Sacem (las sociedades autorales de Chile y Francia), pero he sido siempre un cantante comprometido, un cantor popular político. Es consecuencia, no más. Llegar al final de mi carrera con las botas puestas y con la bandera al tope. Y como un modo de decir que con el chaucheo no se llega a ninguna parte, en cambio la difusión universal de esta ventana es fantástica.


Viejos cracks: a tomar once con Manuel Rojas

Ese catálogo de Ángel Parra se inicia con unos Cuatro villancicos chilenos (1958) grabados por Ángel Parra & los Norteños, y con los dos volúmenes de Ángel Parra y su guitarra (1965 y 1966).

-Hice esos primeros discos después de volver de Europa en 1964. Venía con la idea bastante precisa de poner en cada disco diversos aspectos literarios y musicales basados en el folclor. Echar a circular la fórmula folclórica. De hecho todos terminan con cuecas.

Otros LPs tempranos, esta vez en compañía de hombres notables, son "Arte de pájaros" (1966), sobre Pablo Neruda, "Las cuecas" de Ángel Parra y Fernando Alegría (1967), Ángel Parra y el tocador afuerino (1967), con Gilbert Favre, y Chile de arriba a abajo (1968), con el eminente escritor Manuel Rojas, autor de novelas como Lanchas en la bahía (1932), La ciudad de los Césares (1936), Hijo de ladrón (1951), Mejor que el vino (1958), Sombras contra el muro (1964) y La oscura vida radiante (1971).

-Era un hombre que conocía la geografía chilena profundamente. Había sido desde cargador a pioneta, era terriblemente comprometido, se interesaba por la gente joven, por lo que sucedía en el país. Tomábamos once juntos: él venía a mi casa en (la avenida santiaguina) Los Leones, yo lo escuchaba… Eso creo que es muy importante, aprender a escuchar.

-¿Grabaste con él en el estudio?
-Manuel, que tenía setenta años, me dio bola, y Neruda igual. Vinieron al estudio, grabaron conmigo. Veían el esfuerzo de un gallo joven, y yo me interesaba en ellos porque eran viejos, tenían experiencia y carrera, sabían de la vida, por el respeto que me inspiraban, por su obra, su grandeza y personalidad. Y después con Atahualpa (Yupanqui) fue lo mismo, desde que nos conocimos en 1967.


La misa del diablo y el bandido americano

También hay en el registro discos tan distintos como el Oratorio para el pueblo (1965) y Al mundo-niño le canto (1968): música religiosa y canciones infantiles.

-Siempre los discos han sido en respuesta a algo. Ese disco (Al mundo-niño le canto) es una respuesta a lo que existía en Chile, una cosa como de Walt Disney. Y el Oratorio para el pueblo es una respuesta a los rezos que la gente decía en las misas, como quien está recitando las tablas. Yo dije "no, si yo siento algo, un espíritu, voy a hacer mi Yo Pecador, mi Credo, mi Ave María”.

-¿Eras militante comunista, no había contradicción con eso?
-No, en ningún momento. El partido de Luis Emilio Recabarren es el mismo que habría formado Jesucristo siglos antes. Aunque fíjate que el diario (comunista) "El Siglo" lo llamaba "la misa del diablo" -sonríe.

La singular modalidad de dos repertorios distintos en un mismo LP quedó patentada en los discos Canciones funcionales / Ángel Parra interpreta a Atahualpa Yupanqui (1969) y Corazón de bandido / Canciones de patria nueva (1971). Y un lazo único se da entre Pisagua (1973), basado en el libro de igual título de Volodia Teitelboim sobre la persecución anticomunista bajo el régimen de González Videla, y Chacabuco (1974), que apenas un año después es la grabación clandestina del propio Ángel Parra apresado tras el golpe de Pinochet.

-¿Esos son dos discos hermanos?
-Claro que son hermanos, son hermanos de sangre, porque me inspiré en lo que hizo Volodia (Teitelboim) cuando estuvo preso, pero por Pisagua también pasó mi padre, dirigente de los ferrocarriles. Y luego reaparece lo mismo casi treinta años después. Es ser perseguido, andar arrancando, la clandestinidad, la prisión, la represión. Historias que los chilenos desconocen.

En 1973 se inicia el amplio catálogo de Ángel Parra en el exilo, con discos grabados en México (1975), Canadá (1976) y Alemania (1988), el álbum La passion selon Saint Jean (1976), una segunda versión de Pisagua (1976) y trabajos más recientes como Chansons et comptines d’Amérique du Sud (1986) y El bandido americano viene a bailar (1988), el último de esta lista.

-¿El bandido ya quería bailar?
-Ese disco tiene la significación siguiente. Me llegó un momento, en el año '87, en que no quería más drama. No quería componer canciones que ocurrían a doce mil kilómetros de distancia y decidí de nuevo usar el arma del humor, de la canción humorística bailable. Así salió el bandido.

EL COMENTARISTA OPINA
¿Cómo puedo ser parte del Comentarista Opina?