LONDRES.- El matrimonio del príncipe Carlos de Inglaterra con su amante de más de 30 años, Camilla Parker Bowles, fue ilegal y el gobierno británico nunca debió haber permitido que se lleve a cabo, según documentos confidenciales publicados hoy en Gran Bretaña.
De acuerdo al informe, que reproduce hoy el dominical "Mail on Sunday", las autoridades británicas "encubrieron" a la pareja real para que se casara en 2005 en un registro civil de Windsor (oeste de Londres), a pesar de saber que esa unión "era ilegal".
"Los documentos confidenciales de Whitehall apoyaron la postura de expertos constitucionalistas acerca de que los ministros deberían haberle dicho a Carlos y Camilla que la ley les prohibía casarse en una ceremonia civil", destacó el periódico.
Además, acusó al ministro de Justicia, Jack Straw, por haberse negado a revelar detalles de los consejos legales secretos dados al gobierno de Tony Blair antes de la controvertida decisión de aprobar el matrimonio real.
La nueva polémica por la legalidad de la boda entre Carlos y Camilla se hace pública a pocos días del cumpleaños 60 del príncipe de Gales, que celebra ese aniversario el viernes próximo.
La pareja se casó luego que el por entonces ministro de la Corte Suprema, el lord Peter Falconer, desestimó antiguas normativas acerca de que miembros de la Familia Real tuvieran prohibido contraer matrimonio por registro civil.
Sin embargo, el parlamentario liberal democrático Norman Baker afirmó que nuevas investigaciones ponen en duda la decisión de Falconer. El legislador opositor exhortó a Straw a abrir los legajos judiciales sobre la boda real, para esclarecer la situación.
"Este sería otro ejemplo en el cual el gobierno provee de consejos legales que son convenientes, en lugar de precisos. Lo hicieron en el caso de la guerra de Irak y parece que volvieron a hacerlo por la boda real", subrayó Baker.
"Al menos que los ministros clarifiquen su decisión de aprobar la boda civil de Carlos y Camilla, la población sospechará de un encubrimiento", continuó.
La nueva evidencia fue descubierta por el periodista político Michael Jones, quien investigaba para escribir un libro sobre las negociaciones secretas entre el Palacio de Buckingham y Downing Street.
La polémica se centra en la Ley de Matrimonios de 1836 y 1949, que introduce por primera vez las bodas civiles, excluyendo específicamente a los miembros de la Realeza. Tras el escándalo, la Casa Real prefirió mantener el silencio y se negó a comentar al respecto.