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Ella sólo quiere divertirse

La cantante norteamericana ofrecerá este mes su tercer concierto en Chile, a 19 años del primero ante un repleto Estadio Nacional. Una ocasión que recuerda tanto como nosotros: "El cariño de la gente fue incluso más grande que mi cabellera", dice.

12 de Noviembre de 2008 | 13:36 |
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Bola de espejos: Cindy Lauper, como Madonna en 2005, se vuelca al pop de discoteque.

El Mercurio

Las visitas de Madonna y Cyndi Lauper han dado pie a toda clase de comparaciones entre ambas artistas. Que la vigencia, la convocatoria, el éxito, lo que encarnan, la renovación, los estilos, etc. Como sea, algunas cosas con ellas son claras: Ambas surgieron en los 80, llegaron a la cima del éxito y, con mayor o menor suerte, pudieron trascender de esos años para continuar en actividad hasta nuestros días.

Es algo que no todas las figuras femeninas de esos años pueden decir. No puede Tiffany, ni la virginal Debbie Gibson, ni la algo más atrevida Martika, entre otras. Será por eso que Lauper, quien estará por tercera vez en Chile el próximo martes 25 de noviembre, se refiere a esas colegas con la mayor cortesía, aunque sin hacerse parte de la comparación. "Siento un total respeto por esas mujeres. Ellas tocaron diferentes áreas y a personas de distintas edades, y algunas, como yo, continúan haciéndolo. Ser mujer en la industria de la música es más difícil cuando estás intentando surgir. Si eres fuerte y estás en control de cada aspecto de tu carrera, entonces te pueden considerar una perra o una absoluta maniática", cuenta en entrevista con Emol.

La intérprete de "Girls just wanna have fun" estará presentando su más reciente disco, Brink ya to the brink, en el Teatro Caupolicán, un recinto que conoció en 1997, durante su segundo concierto en Chile. El primero había sido nueve años antes, ante un repleto Estadio Nacional.

-En Chile recordamos mucho esa presentación, porque fue uno de los primeros grandes conciertos de una estrella pop internacional en nuestro país. ¿Qué recuerdos tienes tú?
-Recuerdo que mi cabellera era realmente grande, y que el cariño que recibí de la gente fue incluso más grande que mi cabellera. Recuerdo esa energía y emoción. Fue definitivamente algo mutuo.

-El concierto de noviembre será el tercero que ofreces en Chile. ¿Qué esperas de esta ocasión?
-La tercera vez es encantadora y estoy lista para rockear y bailar, por supuesto. Quiero a todos de pie conmigo.

-¿Qué tan complicado es mostrar en vivo un nuevo álbum, considerando que la gente quiere escuchar y cantar tus éxitos?
-Siempre he reconocido la música que me ha permitido llegar al lugar en el que estoy. Trato de darles a mis fans los hits, tanto como mostrar mi nueva música. Reorganizaré o cambiaré alguno de los clásicos para mantener el repertorio fresco y en movimiento.

-¿Qué esperas de este nuevo álbum? ¿Es posible esperar en estos tiempos un éxito tan grande como A night to remember (1989), por ejemplo?
-Me siento agradecida de que todavía se me permita hacer mi música y continuar con mi arte. Estoy realmente orgullosa del nuevo disco. Hasta ahora la respuesta ha sido magnífica. Hago música para mí misma, para mis fans y, en este caso, para la pista de baile. Considerando las reacciones que he recibido de dj's en todo el mundo, yo diría que ya he logrado lo que me propuse, que fue hacer un álbum de electrónica contemporánea más animado, que comience en los clubes, pero que luego se haga camino en la cultura pop.

-En los últimos años, hemos visto una gran tendencia a recordar los ochenta. ¿Qué piensas al respecto? ¿Te sientes una representante de esos años?
-Seguro, creo que los 80 son definidos por un grupo de artistas, y yo tuve la suerte de dejar mi marca en la moda, el video, las artes visuales y la música. Me siento bendecida de poder aprovechar lo que logré en los 80. Eso se debe a que tengo unos fans geniales, que han crecido conmigo.

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