Queen, señores del rock. May, Rodgers, Taylor.
El MercurioSegún la leyenda, los Sex Pistols no sólo importaron el punk de los Ramones a Inglaterra, sino que redactaron la declaración de principios. Su cantante, John Lyndon -alias Johnny Rotten- se paseaba por el Londres de 1975 con una polera de Pink Floyd y la frase "I hate" escrita con plumón. "Yo odio a Pink Floyd" no era solamente la rabia generacional hacia los creadores del Dark side of the moon (1973) sino que contra toda la pomposidad del "rock clásico", que incluía, por cierto a Queen.
"Nunca olvidaré cuando estábamos en el estudio haciendo la canción 'Sheer heart attack' y resulta que los Sex Pistols estaban en el estudio de al lado", contaría Freddie Mercury en su autobiografía póstuma publicada el año pasado. "Ya te puedes imaginar a nosotros y los estandartes de toda la movida punk-rock antisistema bajo el mismo techo. De todas maneras, hice entrar a Johnny Rotten y a Sid Vicious para que escucharan uno de nuestros temas y les dije que cantaría en una de sus canciones si ellos cantaban en una de las mías... y deberías haberlos visto. Dijeron: '¡No vamos a cantar con Freddie Mercury!'.
Sin embargo, en una maqueta de los Sex Pistols se escucha cómo recrean "Johnny B. Goode", el clásico de Chuck Berry, mientras un furioso Rotten les exige que parasen de tocar "esa odiosa basura". Pero la banda seguía ensimismada en la clásica fórmula del rock and roll: tres tonos derivados del blues y un amplificador. Así, el punk, como movimiento separatista, fracasaría, justamente porque intentaron acabar con el rock, usando sus mismos tics e influencias.
Resulta significativo que en estos años de crisis del modelo discográfico y la impresionante fragmentación de estilos, hayan revivido los dinosaurios. Metallica, AC/DC y Guns N' Roses estrenaron singles prácticamente el mismo mes. Led Zeppelin, The Kinks y Aerosmith anuncian su reactivación para 2009. Los videojuegos de simulación rockera como "Guitar Hero" o "Rock Band" son un fenómeno. Queen se alió al ex Free y Bad Company Paul Rodgers para sacar disco nuevo (The cosmos rock, 2008) y visita Chile el próximo miércoles 19. ¿Será que a nuestras vidas les faltaba rock? ¿O los rockeros no pueden vivir sin nosotros? A continuación veremos cómo Queen junto a Paul Rodgers vivieron y encarnaron el auge, caída y posible regreso al hábitat más clásico del rock: los estadios.
El auge: el rock como gran espectáculo
"Queríamos ser glamorosos y dandies. Provocar y escandalizar (…) No intentábamos ser diferentes, porque si eres profesional, querido, ¡no hay que intentar nada! Somos los Cecil B. DeMille del rock, siempre queremos hacer las cosas a lo grande, y mejor. Afrontémoslo, queridos, somos la banda más absurda que haya existido nunca". Decía Mercury, comparándose con el director de mastodontes cinematográficos como "Los diez mandamientos" o "La historia más grande historia jamás contada".
Queen consolidó al rock como megaevento. Un show de variedades propulsado por un cancionero monumental y con mucho de parodia al rol de rockstar. Brian May (guitarras), Roger Taylor (batería), John Deacon (bajo) y Freddie Mercury (su nombre era Farrokh Bulsara) decidieron en 1970 sonar más fuerte que cualquier banda conocida. Su debut homónimo (Queen, 1973) y primeros recitales eran de altísimo decibelaje.
También patentaron una efectiva mezcla de ópera, música barroca, blues y pop en canciones muy bien elaboradas y de letras picarescas como "Bycicle race", "Now I'm here" o la extraordinaria "Bohemian Rhapsody". Y finalmente produjeron espectáculos que tenían mucho de teatral. Basta revisar sus viejos videos o escuchar discos en vivo como el Live killers (1979). Ahí está todo: luces, explosiones, solos de guitarra y batería, canciones a cappella, interacción con el público y Freddie Mercury corriendo, riéndose y cantando perfecto, enfundado en una malla de leopardo.
La caída: caricaturización del rock
La primera mitad de los '60 consolidó al rock como género respetado, influyente y con legado cultural. Sin embargo la explotación de ciertos códigos les jugó en contra en los '80. "El rock logró convertir la rebeldía adolescente en un mundo plagado de convenciones", dice Pedro Saborido, guionista de "Los Videos De Peter Capusotto", programa argentino que parodia los clichés rockeros (se puede ver por YouTube).
"Por ejemplo, minutos antes de un show las luces se apagan como si fuera a empezar, pero éste no empieza. Durante el show siempre hay uno que espera el silencio para gritar que toque un tema que todos saben que no va a tocar, al menos no porque se lo griten. Hay una serie de convenciones establecidas que el público está dispuesto a aceptar, y no sólo eso sino que se siente cómodo sabiendo que éstas existen", explica.
En sus bandas Free y Bad Company, Paul Rodgers viviría la coronación y declinación de la idea de rock. "Mi pasado es mucho más áspero que el de Freddie. Mis raíces están en el blues y en el soul. Freddie venía de la tradición de los showmen, más frívolo y teatral. Si tenemos una cualidad en común es la de arengar a una audiencia, conseguir que cante con la banda. Además Queen fue la última banda de concierto (rock de estadios), y siempre me consideré por sobre todo un cantante de concierto, así que ése es otro punto de coincidencia", reconocería Rodgers a Pagina 12 de Argentina el 2005.
Sin embargo, en lo ambos se parecían era en que se convirtieron en objeto de duros ataques de la "intelectualidad musical" de los '80. El crítico Simon Reynolds redefinía el rock como: "En los últimos '60 y primeros '70 los grupos ingleses bastardizaron el blues, y sus imitadores americanos bastardizaron su bastardización".
La resurrección: vuelve el solo de guitarra
El siglo XXI no quería saber nada del viejo rock. Entre la música electrónica, la revalorizaciòn del canon "alternativo" (Velvet Underground, Love, Kraftwerk, Joy Division, la música post punk) y el intercambio de discos por Internet, el rock de estadios era un dinosaurio dormido.
Sin embargo el tremendo éxito de bandas retrorock como The Strokes, The Hives o White Stripes anunciaba algo. Estos grupos apelaban a los riffs, a la velocidad y a los grandes escenarios, aunque con una propuesta sofisticada y que integraba influencias más "modernas". Así, este año Guns N' Roses decidió lanzar el 23 de noviembre su disco Chinese democracy que Axl Rose estuvo componiendo durante una década. AC/DC vuelven a las giras y los riffs con Black ice. Metallica regresa al thrash ochenteno en Death magnetic. Led Zeppelin anuncia gira para el proximo año y busca cantante ya que Robert Plant se niega a seguir con ellos. Aerosmith avisa que vuelve a las carreteras. Y mientras pasa todo esto, "Guitar Hero" y "Rock Band" son los videojuegos a regalar esta navidad y que permiten ser rockstar sin correr riesgos.
Y Queen, retorna junto a Paul Rodgers con un disco para defender en vivo. "Sé que hay gente esperando que todo fracase. Y fans pensando: "Esto no va a ser igual". Pero bueno, no estamos tratando de hacerlo igual. Está destinado a ser diferente. Cuán diferente es lo que estamos por descubrir", dijo Rodgers anticipándose a todos los que quieren ver al viejo rock muerto. Porque eso de que el rock ha muerto o sigue vivo, está como todas las verdades, al medio.