Los Yeti todavía creen en la importancia de sacar discos. Su disco debut -y homónimo- es la coronación de años de recitales y ensayos. Desde el 2004 que vienen desarrollando un sonido rockero bailable que se emparenta tanto con The Rapture como con las canciones más luminosas de Jirafa Ardiendo.
El disco Yeti fue grabado precisamente en los estudios Primate, ubicados en una vieja casona de Bellavista donde también ensayan Jirafa Ardiendo, Pedro Frugone, Maraca, Primavera de Praga y Teleradio Donoso.
¿Se podría hablar de “sonido primate”? A juzgar por la mezcla de guitarras, baile y estribillos contagiosos, sólo habría que esperar que estas bandas comiencen a aumentar su discografía. Si Yeti continúa la senda de este disco, no habrìa nada que temer. Conversamos con Lucas Sanhueza (voz y guitarra) y Cristián Espiñeira (bajo y coros).
-Estamos en plena crisis del concepto disco, ¿qué esperan ustedes del suyo?
-Lucas Sanhueza: Más allá de las ventas y de ganar plata, que sería lógicamente lo que uno siempre espera, nos interesa hacernos conocidos, ser escuchados.
-Cristián Espiñeira: La idea es que nos escuche la mayor cantidad de gente.
-Ustedes tenían muchas canciones compuestas desde que empezaron…
-L.S: Teníamos más de sesenta. Lo que pasa es que íbamos cambiándolas en vivo.
-E.P: Nunca son las mismas canciones, porque ellas van evolucionando a medida que se van tocando. Por eso, en cada recital va variando hasta llegar a su forma definitiva.
-Pero en algún momento tenían que decir: “acá tenemos una canción”.
-L.S: Claro. Lo que pasa es que con Espiñeira tenemos formas distintas de entender lo que es una canción. Él es más ordenado y yo soy más disperso. Entonces, en algún momento, conversando y tocando llegábamos a la conclusión de que teníamos una canción para meter en el disco.
-E.P: “Cuando tocamos en vivo, esperamos ahora serle fiel a la canción y no cambiarla totalmente y desconcertar a la gente.
-Ustedes han surgido un poco al margen del concepto rock nacional, ¿Qué les parece lo que está sonando ahora?
-L.S: No he investigado mucho, pero me parecen muy buenos Primavera de Praga, Jirafa Ardiendo y Teleradio Donoso. Aunque creo que a pesar de los concursos de bandas y todo eso, todavía tenemos un concepto muy viejo del rock. Esa idea del pelo largo y las guitarras eléctricas. Por eso la gente, al no conocer tanta música, se sorprende con cualquier cosa.
Sonar en la radio
La banda se pregunta en voz alta por qué algunas agrupaciones rockeras provocan más revuelo que otras. “Tal vez porque más importante que las música son los intangibles: la onda, que haya una mujer bonita, que les guste a los actores de la televisión”, concluyen. Y en cierta medida puede ser cierto, pero afortunadamente Yeti no se inmoviliza.
Algo sabe de exposición Espiñeira: tocó el bajo con los Pettinellis. “Ante gente como Álvaro Enríquez o Jorge González no hay nada que hacer. Tendrán su genio, pero se aprende mucho estando al lado de ellos", dice.
-¿Y la locura por el folclor en las nuevas generaciones?
-C.E: Me parece bien, aunque acá todavía te castigan si tus influencias son en inglés. Yo creo que el principal error es intentar sonar como otra banda. Eso se hace mucho acá y se pierde originalidad. Nosotros nunca intentamos hacer eso, por eso tenemos un sonido propio.
-Hablábamos de cultura musical, ¿podemos profundizar eso?
-L.S: Creo que la gente no escucha tantos discos como dice. Como que les gusta mencionar bandas, pero no las conoce bien. No existe el interés masivo por investigar bandas y conocer cosas nuevas. Falta cultura musical, pienso yo.
-¿Y ustedes qué van a hacer al respecto?
-L.S: Te mentiría si te dijera que tenemos un montón de recitales en vivo. Pero lo que más queremos es tocar y que nuestro disco sea escuchado. Al menos ahora existe el MySpace.