LOS ANGELES.- Poco antes de cumplir 50 años, Jamie Lee Curtis volvió a posar desnuda. La que fuera símbolo sexual de Hollywood posó en una piscina, aunque no para una revista de alta gama, sino para la portada de la revista de jubilados más vendida de Estados Unidos, AARP.
"Me gustaría ser mayor", confesó la actriz, manifiestamente sin maquillaje y con un natural cabello gris. "Creo que con la edad uno gana increíblemente en autoconocimiento". La marca de los 50, al menos, la habrá cruzado el sábado 22 de noviembre.
Curtis, hija de la leyenda de Hollywood Tony Curtis ("Some like it hot") y la protagonista de "Psycho", Janet Leigh, siempre hizo su propio camino, a pesar de sus famosos padres.
Se hizo famosa como la "scream queen" en la obra maestra de John Carpenter, "Halloween", (1978), en la cual lanza el grito de terror seguramente más terrible en la historia del cine, en el papel de la víctima de los monstruos Laurie Strode.
Se probó como maestra del género en películas siguientes como "Prom night", "The fog" y "Halloween II".
Tras algunas actuaciones realmente generosas (como en "Trading places" y "Love letters"), cuyos desnudos le granjearon el apodo "The Body", Curtis encontró a fines de los años 80 su gran talento en las comedias.
La comedia de delincuentes "A Fish Called Wanda" (1988), en la cual interpreta a una ladrona de diamantes, se convirtió en una cinta de culto. Y por su interpretación de una esposa aparentemente conservadora de Arnold Schwarzenegger en la película de acción "True Lies" (1994) obtuvo un Globo de Oro.
Pero los éxitos le costaron caro. En 2005 confesó en una entrevista que durante años fue adicta al alcohol y las pastillas. "Todos los días me dopaba", dijo a la revista "Reader's Digest".
Una crisis de su hija hace seis años la hizo recapacitar. "Creo que simplemente me necesitaba. Algo en mí hizo 'click' y terminé con las drogas".
Desde entonces, para Curtis lo más importante es su familia: Sus dos hijos adoptivos Annie y Thomas, hoy de 21 y 12 años, y su esposo Christopher Guest, con el cual está casada desde hace 24 años.
Hace muchos años vio una foto del actor y director en una revista y se enamoró de él. "se es el hombre con el que me casaré", contó a su amiga y le hizo llegar su número telefónico al elegido a través de su agente, con éxito.
La actriz tuvo amargas experiencias con su propia familia. Sus padres se separaron cuando tenía tres años. El padre abandonó la familia para casarse con la actriz alemana Christine Kaufmann. Sus dos hijas se quedaron con la madre.
Jamie tenía una fría relación con su padre, pero tampoco con su madre tuvo un vínculo verdaderamente afectuoso. La fama de sus padres siempre fue un problema.
"La gente pensaba que si mi familia era algo especial, yo también debía serlo". Curtis se hartó de ello. En 2002 se despidió mediante un "golpe liberador", como lo llama, del anhelo de belleza y juventud de Hollywood: Dejó que la fotografiaran con barriga y flácidas piernas en una revista, y renunció al bótox y las cirugías estéticas.
Dos años después anunció su lenta retirada del cine. A cambio trabajó con éxito como autora de libros para niños. En septiembre publicó su octavo libro. Dos anteriores aparecieron en el puesto número uno de la lista de los más vendidos del diario "The New York Times".
"Como actor, eres reconocido por interpretar a otras personas, pero estos libros son parte de mí", afirmó. "Repentinamente me interesa mucho más ser yo misma".