Cyndi Lauper estrechó todas las manos en el Caupolicán

SANTIAGO.- El tiempo, sin dudas, ayuda a decantar. Así, la primera visita a Chile de Cyndi Lauper, en 1989, estaba llena de curiosos de los megaeventos; la segunda, en 1995, racionalizó la convocatoria de la norteamericana y la trasladó a un escenario más acorde con su real impacto.

Y su tercera presentación, esta noche en el teatro Caupolicán sencillamente dio total paso a la fanaticada. Porque la cantante, una de las principales voces de los '80 y del pop de las últimas décadas, tuvo una auténtica barra a sus pies, altamente estimulada por su cercanía y carisma.

Desde que salió al escenario, 20 minutos después de lo presupuestado, Lauper encendió a las cerca de 5 mil personas con su actitud rockera y activa, pero también con gestos concretos. Literalmente, la cantante tomó cada una de las manos que le tendieron desde los pies de un escenario sin ninguna clase de separación con un público que, a veces, también se excedió en la confianza.

Fanáticos que no querían soltarla, o que hacían lo que sea por entregar o recibir un poco más de la cantante, obligaron a ésta a pedir calma en más de una ocasión.

En medio de ese ambiente, la ex rival de Madonna dio vida a un show de grandes éxitos, con sólo un par de espacios en el repertorio para presentar algo de su último disco, Bring ya to the brink. De este acertado regreso extrajo temas como "Echo" e "Into the night life", que fueron casi tan bien recibidos como "I drove all night", "Girls just wanna have fun" o "Time after time". Verdederos clásicos que su público, por supuesto,cantó con particular entusiasmo.