MADRID.- Raphael celebra sus bodas de oro en la música con “Raphael: 50 años después", un álbum en el que canta con una veintena de artistas, desde Joan Manuel Serrat a Miguel Bosé o el mexicano Vicente Fernández, y en el que constata que no tiene "fecha de jubilación ni de caducidad".
"Yo siempre estoy empezando", dijo hoy un sonriente Raphael, que presentó en rueda de prensa su nuevo disco, un trabajo en el que interpreta a dúo canciones emblemáticas de otros artistas, porque ha querido celebrar este aniversario homenajeando a quienes, como él, "han hecho la historia de la música".
"Escándalo” es la única canción propia que aparece en este álbum, que verá la luz el próximo 2 de diciembre, una concesión a David Bisbal que “estaba emperrado en cantarla", dijo Raphael.
"50 años después", también incluye dos temas nuevos, que el cantante interpreta con Joaquín Sabina y con su hijo, Manuel Martos.
Pero en el groso del repertorio, Raphael impone su personal impronta a temas como “Cantares", con Joan Manuel Serrat; “La fuerza del corazón", con Alejandro Sanz; “Infinito", con Enrique Bunbury; "Hijo de la luna", con Ana Torroja; “Quiero abrazarte tanto", con Víctor Manuel y Ana Belén; “Morir de amor", con Miguel Bosé; "Volver, volver", con Vicente Fernández; “Adoro", con Armando Manzanero, o “El himno de la alegría", con Miguel Ríos.
Raphael no ha olvidado a las desaparecidas Rocío Dúrcal y Rocío Jurado. “Hemos tenido que utilizar la técnica para estar juntos", explicó el cantante, que une su voz a las de estas artistas para cantar a dúo con ellas “Cómo han pasado los años", con la primera, y "Como yo te amo", con la segunda.
"Este disco es un regalazo que me he hecho a mí mismo", afirmó Raphael, que aseguró que la clave de su éxito ha sido “ser muy fiel a mí mismo, no dejarme llevar por cantos de sirena” ni por las modas, ir “a mi aire, a mi bola,” sin dejar de “evolucionar constantemente, porque he aprendido mucho".
Más de cincuenta discos grabados, un Disco de Uranio -es el único artista español que lo ha logrado por la venta de más de cincuenta millones de ejemplares- y numerosos premios engalanan la carrera de Raphael, quien ha superado enfermedades -en 2003 tuvo que ser sometido a un trasplante de hígado- sin apartarse nunca más tiempo del necesario de los escenarios.
"Como un buen currante, como un trabajador", respondió a la pregunta de cómo le gustaría ser recordado.
"Mi mejor etapa siempre está por llegar", apuntó Raphael, que el próximo 2 de diciembre estrenará en los escenarios su nuevo disco en un concierto en el teatro Lope de Vega de Madrid.
Después vendrá “una gira muy larga, por todos los países", que culminará en 2010, cuando cumple sus cincuenta años en el mundo de la música. Y es que Raphael se siente “muy bien,” por lo que ya tiene planes para después.
Para empezar, está “en vías de producción” de un nuevo musical de los mismos autores con los que en 2000 estrenó “Jekill and Hyde".
El cantante también tiene pensado grabar otros discos como el que presenta ahora para dar cabida a “muchos otros artistas” que, por problemas de espacio, se han quedado fuera.
"Yo no tengo ni fecha de jubilación ni de caducidad, el día que salga a un escenario y no pueda darlo todo, ese día, sin decirlo, me iré de vacaciones muy largas. Ahora no me puedo retirar porque a los tres meses volvería", apuntó.
Un artista que, a sus 65 años, está orgulloso de “haber sudado y trabajado” y de seguir teniendo ganas de hacerlo. Y es que, “digan lo que digan", Raphael es único.