Para las generaciones actuales Carmen Barros es una actriz de trayectoria, frecuente en la industria de las telenovelas y presente en el elenco de una teleserie tan reciente como "Papi Ricky". Pero los más grandes conocen la carrera extendida de esta actriz y cantante, que no sólo fue la primera protagonista de la obra La Pérgola de las Flores (1960), sino que debutó como intérprete de canciones populares en 1944, bajo el seudónimo de Marianela y en plena era dorada de la radio en Chile. Y a ese origen se remontará en su próxima actuación (ver recuadro), este lunes primero de diciembre en el Mesón Nerudiano con el cantautor y guitarrista Eduardo Peralta.
-Yo soy una admiradora completa de Eduardo Peralta -dice la cantante-. La primera vez lo escuché en su calidad de payador, hace diez años o tal vez más. Encuentro que los payadores son absolutamente fuera de serie, tienen que tener una rapidez mental y una cultura tan específica para hacer en verso algo ad hoc para la situación inmediata que se va presentando. Eso requiere un cerebro muy desarrollado. Y encima de todo esto (Peralta) es poeta y con una voz muy privilegiada.
La música francesa es un punto de encuentro entre ambos artistas. Desde su primera visita a ese país en 1979, Paralta retornó convertido al universo del cantante y compositor francés Georges Brassens, de cuyo cancionero se transformó en adaptador y divulgador en Chile, además de cultivar repertorios de otros cantantes de ese país. Y Carmen Barros pasó buena parte de sus primeros años en Europa, a comienzos de los años '40 y mediados de los '50, donde también tuvo contacto cercano con la canción francesa.
-Y luego me lo encuentro (a Eduardo Peralta) haciendo sus adaptaciones de este famoso francés Georges Brassens, que si no fuera por Eduardo aquí en Chile nadie sabría quién es él -comenta Carmen Barros-. Sus adaptaciones son absolutamente extraordinarias. Georges Brassens era un músico muy específico, estamos hablando de la época de la Juliette Gréco, de estos cantantes un poco de denuncia social, no necesariamente política, y al mismo tiempo con mucho humor e ingenio.
-¿A Brassens lo conocía desde cuándo?
-Desde el año '50. Ésa es la época de él. Lo conocí en Francia. Mi hermano estaba en ese momento allá, y era un enloqucido de Brassens.
-¿Usted llegó a verlo en el Olympia o algún teatro así?
-No. A él no. A la que vi en el Olympia fue a Edith Piaf -sonríe-. Eso es harina de otro costal.
De Pigalle a los boleros
El Mesón Nerudiano no es un escenario nuevo para Carmen Barros. Con el el actor Luis Vera, artífice de ese escenario, compartió el elenco de una ópera del dramaturgo Juan Radrigán basada en la leyenda del payador Mulato Taguada, y también ha cantado allí con el director orquestal Pedro Mesías, fallecido en 2007, quien por años fue su pianista y arreglador de cabecera.
-Se me terminaron muchas cosas sin él. Pedro (Mesías) era mi collera total -dice-. Somos varias las que hemos sufrido con al muerte de Pedro, además de la pérdida del ser humano.
El repertorio de boleros que empezó a desarrollar hacia los años '50 bajo la influencia de figuras como el mexicano Pedro Vargas será parte del repertorio de la cantante. Y también habrá canciones de autores e intérpretes de habla francesa como George Ullmer, Gilbert Bécaud (con "Et maintenant") y el precursor Charles Trénet, autor del éxito "La mer" ("El mar"), grabada entre otros por el cantante estadounidense Paul Anka. De él Carmen Barros cantará la canción "Que reste t-il de nos amours".
-También la tomaron los (norte) americanos y le pusieron letra en inglés. Y Georges Ullmer era de origen danés, pero escribió la canción, y ésa es la que voy a cantar: "Pigalle" -explica-. Tenemos canciones que identifican toda una época, cuando empecé mi carrera como cantante en la radiotelefonía, como Marianela. Hay canciones de Charles Trénet, Gilbert Bécaud, Georges Ullmer, pero también vamos a hacer algo en castellano y nos vamos a mandar el dúo de La Pérgola de las Flores.
-¿Qué le parece cantar con la guitarra el instrumento central?
-Como la toca Eduardo es un instrumento completo. Es excelente guitarrista y pareciera que sus estudios musicales fueran absolutamente de conservatorio. Él me dijo que no, pero tiene una digitación de guitarra clásica.
-¿Ha estado cantando todo este tiempo ese repertorio, o es una forma de volver sobre él?
-No, hace tiempo que no canto estas canciones. Cuando inicié mi carrera como cantante hacía un repertorio bastante ecléctico ya en ese momento. Cantaba canciones en italiano, en francés, en alemán, en inglés. Venía justamente de la época en que había estado en Europa (entre 1940 y 1944), y en Francia, pese a la guerra, ya estaban floreciendo compositores como Aznavour, Bécaud, Trenet, que ha sido el más extraordinario. A Trénet lo vi a fines de los años '90 dando conciertos, a los noventa y tantos años. Un tipo extraordinario.
-¿Está la posibilidad de grabar estas canciones, ahora que las han preparado para una actuación?
-Yo creo que esa época de las grabaciones ya no la volví a ver nunca más. Hoy día es distinto: antes uno grababa cuando tenía una carrera hecha; hoy día uno graba para hacer una carrera. Pero sí creo que en este momento hay un mayor interés por recordar cómo eran las temáticas musicales de antes. Es mi impresión. En la televisión veo que también está con mucho éxito la serial "Los 80", por ejemplo. Algo de eso tiene éxito. Creo que la gente en cierto modo tiene, no sé si es nostalgia, pero sí un interés, ganas de saber.