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Operación Ídolo

Es el cantante que en 2007 vino a mostrar desde Francia su primer disco a Chile, es el hijo músico de Jodorowsky y hoy es simplemente El ídolo, como dice el título del nuevo disco que esta semana presenta en nuestro país. "Uno se convierte en ídolo por lo general después de cuatro discos; yo decidí ser ídolo con el primero", resuelve.

10 de Diciembre de 2008 | 14:39 |

Adán Jodorowsky no sólo responde al nombre de Adanowsky como alter ego para subir al escenario. Además ya tiene previstas cuáles serán sus próximas transformaciones en los años que vienen, y de hecho ese proceso de metamorfosis ya está en marcha. Si en edades pasadas Adanowsky ha sido mago, bailarín y actor entre otras ocupaciones, en 2006 debutó en el disco como cantante, y ahora su oficio es otro: es ídolo.

-Fue divertido, el público tenía mucha energía: me gritaban "ídolo, ídolo" -explica desde Buenos Aires, horas después de haber actuado en el club Niceto de esa ciudad y días antes de la gira que esta semana emprenderá de regreso a Chile. Hijo del artista chileno Alejandro Jodorowsky, nacido en México y radicado en Francia, Adanowsky estará por tercer vez en nuestro país desde la salida de su disco debut, Étoile éternelle (2006), que vino a estrenar en marzo de 2007.

Y esta vez trae un segundo álbum, nueva versión del anterior que no por casualidad también se llama El ídolo (2008), y que consiste en la mayoría de las canciones del álbum originales traducidas al español. Entre ellas figura "Estoy mal", de la que el cantante filmó en Chile un videoclip dirigido por el cineasta Sebastián Lelio en 2007. "Cambié el nombre y el orden de las canciones del disco, y ahora tiene más sentido", explica. "Es una historia, que empieza con la canción 'Estoy mal' y son los estados anímicos de la vida de un ídolo, sabes. Muere y se da cuenta de que todo estaba dentro de él".

-Ya había canciones en español en el disco original, ¿no?
-Había tres. Haciendo el primer disco me di cuenta de que prefería cantar en español. Lo hacía en francés porque estaba viviendo allá, pero me di una segunda oportunidad. La gira en Chile me hizo cambiar muchas cosas en mi cabeza, y me di cuenta de que algo había que hacer en esa lengua. Éste es el disco que realmente quería hacer.

-¿Cómo fue el ejercicio de traducir tus canciones, al final es como escribir otras nuevas?
-En realidad soy bilingüe, nací con el español y el francés, sólo que crecí en Francia. A veces se me olvidan algunas palabras. Me tomó como dos semanas por canción para traducirlas, fue un trabajo muy arduo, y sí, el significado a veces cambió. Traté de hacer mejores rimas, de darle un sentido más sarcástico, y no son los mismos acentos que en francés.

-Cuando viniste hace dos años anunciabas el espectáculo como un "cabaret lúbrico rock". ¿Qué dirías que es ahora?
-Ahora es rock cabaretero siempre, pero el personaje está mucho más desarrollado. Este disco es el principio de una trilogía: ya estoy trabajando en el segundo, que aparecerá en un año y medio o dos años. Serán tres discos en los que Adanowsy va a cambiar de personalidad.


Tango, novias y la próxima reencarnación

España, México y Argentina son otros territorios que están en los planes del ídolo para presentar su nuevo disco. Todos lugares por los que Adán Jodorowsky ha pasado antes de ser cantante.

-En argentina fuiste bailarín de tango. ¿Cómo fue volver como cantante?
-Eso fue en el 2001, ya había crisis en ese tiempo y como todavía hay fue como si el tiempo no se hubiera movido. Además mi abuela, sabes, también era argentina, y mis abuelos ucranianos antes de llegar a Chile fueron a Argentina. También me gusta porque tengo amigos ahí, mis ex novias con quienes estuve unos años ahora tienen niños que no son míos.´

-¿Te llevas mejor con tus ex novias que con las novias actuales?
-Exactamente, es lo que les digo. No sé cómo lo hago, pero es lo que me pasa cada vez. En todo caso ahora no sé cómo podría tener novia, estoy viajando por muchos países y viviendo como los marineros, que tienen un amor en cada puerto: yo tengo una música en cada puerto.

-En México ya estuviste a los ocho años.
-Además mi madre es mexicana. Ahora voy a volver, es la última fecha de la gira. Genial, me encanta México, pero antes era todavía más caótico, había más travestis, más gente alucinante. Pero sigue siendo caótico.

-¿Y en España?
-Allí no me conocía nadie, nunca había ido a tocar y decidí pagar la gira: ser el productor de mi propia gira. Y arruinarme. El dinero que me había ganado lo invertí en eso. Pero decidí tomar el mejor promotor de España, el más caro, y le dije "Haz de mí un ídolo". Y los hemos logrado.

-Considerando que ya tienes pensado cambiar de personalidad en los próximos dos discos, ¿vas a extrañar la vida de ídolo?
-Bueno, el ídolo es una época de mi vida. Uno se convierte en ídolo por lo general después de cuatro discos; yo decidí ser ídolo con el primero. Pero voy a ir liberándome del personaje poco a poco. Por ahora voy al gimnasio hace cuatro meses, corro todos los días, no bebo, no fumo, no me drogo.

-¿No es más agradable ser un artista maldito en vez de eso?
-Tal vez. Así puedes emborracharte, fumarte, dogarte y picarte con heroína. Cantar dos horas y luego volver. Suena mejor, en realidad. A ver si en el segundo disco no me chuto con heroína.

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