Música navideña: villancicos para chasquear los dedos

Lea una reseña del disco de Aretha Franklin

Revise una reseña del disco de Fabiola Moroni

Una reunión cumbre se produjo en 1977 en la mansión del ídolo de la canción americana Bing Crosby. Un video en YouTube acredita el hecho: Crosby recibe a un joven y caminante David Bowie para protegerlo de la tormenta de nive.

Se presentan uno al otro, hablan de música antigua y pop moderno. Y rematan cantando dos villancicos que estremecen: Bowie va con “Peace on Earth” y Crosby le marca las segundas voces intercalando “The little drum boy”.

Esa grabación está disponible en la tienda virtual de Amazon, pero otra de esta naturaleza no tradicional de villancicos navideños se puede encontrar físicamente en la Feria del Disco chilena. También con Bing Crosby como coprotagonista, pero ahora junto a su discípulo más adelantado, Frank Sinatra.

Ambos comparten el micrófono en doce canciones incluidas en el álbum Nothing but the best (Nada salvo lo mejor), de 1964, grabadas con Fred Waring y sus Pennsylvanians: “White Christmas”, “It's Christmas time again” o la misma “The little drummer boy”, que por estos lados se llama “El tamborilero”. El disco solo vale $10.900 y su versión con DVD $17.900.

El villancico en clave swing aparece como otro de los rasgos que delinearon la cultura popular americana en la primera mitad del siglo pasado y que se transfirieron al resto del mundo como parte del comportamiento correcto en el espíritu navideño.

Esos discos han dominado las ventas a través de la historia: desde A merry Christmas (1963) de Stan Kenton y Ella Fitzgerald’s Christmas (1967) de Ella Fitzgerald, hasta Christmas with Rosemary Clooney (1992) de Rosemary Clooney y Christmas songs (2005) de Diana Krall.

Aretha Franklin, por ejemplo, acaba de editar su propio disco de villancicos. Se llama This Christmas y figura como un ensayo autobiográfico de canciones que ella escuchaba frente a la chimenea en Memphis: “Angels”, “The Lord will make a way”, “Ave María”. “Son las favoritas de mi familia”, ha dicho la reina de la música soul. Este álbum, sin embargo, sólo se consigue en las tiendas virtuales de Borders y Waldenbooks.

Una chilena en vitrina

Al Jarreau es otro de los que lanzó en 2008 un disco navideño. El siete veces ganador del Grammy debuta en estas lides populares con Christmas y un giro veloz y moderno a doce piezas clásicas del repertorio.

Y en Chile, a pesar de que la posicionada voz de Cecilia Echenique sigue siendo la preferida del público con grandes ventas de Villancicos (1998), este año apareció también Fabiola Moroni, una nueva intérprete que tiene una larga carrera vocal en Alemania.

Moroni lanzó Navijazz ($ 5.990) en una revisión de canciones originales de Chile (“Ronda de la estrellita”), Argentina (“la peregrinación”), Venezuela (“La burriquita”) Perú y España (“Beben y beben”) tocado en ritmo swing y con expeimentados jazzistas nacionales.