Editta Sherman desafió a los que intentan echarla a que lo hicieran con sus propias manos.
APNUEVA YORK.- La afamada fotógrafa Editta Sherman, de 96 años, se resiste a dejar el gran estudio en el que vive, bajo un contrato de renta antigua, en el edifico que ocupa el mítico Carnegie Hall de Nueva York, para desesperación de los dueños, que quieren reformarlo.
La cadena de televisión CNN informó hoy cómo evoluciona esta batalla legal protagonizada por la llamada "duquesa del Carnegie" y el Ayuntamiento de Nueva York, que quiere renovar el edificio de ese prestigioso teatro, por lo que necesita que se vayan de allí todos los inquilinos.
CNN explicó que Sherman —quien ha fotografiado a decenas de estrellas de Hollywood— paga 650 dólares al mes, un alquiler espectacularmente bajo en comparación con los precios de mercado, por vivir en ese céntrico edificio de Manhattan, en el que también vivió Marlon Brando.
Hasta el momento la mayor parte de los más de cuarenta inquilinos que viven allí ya se han ido, aprovechando algunos la oferta del Ayuntamiento de ayudarles a buscar apartamentos similares al que ocupaban y pagar la diferencia de alquiler.
Sin embargo, la "duquesa del Carnegie", quien se hizo muy conocida haciendo fotos de los famosos que se paseaban por el casino de Nueva York en el que trabajaba durante la Segunda Guerra Mundial, se niega a abandonar el apartamento al que se mudó en 1947 junto a su marido.
A principios de mes, Sherman encontró una nota en su puerta en la que se le comunicaba que debía marcharse del estudio, un gran apartamento de dos alturas, privilegiadas vistas y ventanas del suelo al techo.
"No me voy a ir sin pelearlo. Si me quieren echar lo tendrán que hacer con sus propias manos", aseguró esta anciana a la cadena de televisión.
La fotógrafa recordó que su apartamento también es parte de la historia de Nueva York, puesto que por allí se dejaron caer Salvador Dalí, Andy Warhol, Henry Fonda, Eva Gabor, Tyrone Power, Carl Sandburg o Paul Newman, entre otros muchos.
El presidente del Carnegie Hall, Sanford Weill, quiere hacer obras para que puedan estudiar allí música y otras artes más de 115 mil estudiantes.