"Asómbrate con el rap del 2008", es el primer mensaje que se oye en este disco, y podría ser arrogancia, pero sobre todo va a ser evidencia. Inapelable. Respira es una asamblea masiva de raperos, DJs y productores de hip-hop chilenos convocados por el gestor y productor Víctor Meneses, más conocido como Frainstrumentos, en un disco que salió justo el penúltimo día de 2008 y es el mejor resumen de la temporada completa para buena parte del rap underground santiaguino de la actualidad.
La modalidad es la más acertada. Respira es una retrospectiva, una galería, una compilación, una antología, un balance o un inventario de decenas de nombres, cada uno de los cuales remite a su turno a un universo creativo propio. Lo que todos comparten son las bases que produce Frainstrumentos, entre ritmos, timbres y estilos elegidos con variedad. El hombre maneja desde una bossa nova para Salvaje Decibel hasta un canto gregoriano para MC Unabez; se remite al ritmo elemental de una batería tan marcada como las rimas de Cisma Cru o pone a sonar un sonido de wah wah y una base potente para las voces profundas con que De Killtros invitan "Date un paseo por la selva". Sin perder el pulso agrega una base funk casi de película blaxploitation para Búfalo Deet y, en coincidencia con el productor Foex en Cómo Asesinar a Felipes, remezcla la voz afrancesada del escritor argentino Julio Cortázar, esta vez para el rap más íntimo de Soul N Solitario. Y eso entre muchas otras posibilidades.
Con alta fidelidad y alta creatividad en las bases, es un lujo para los raperos venir a rimar encima de esta música. A veces entran en el mismo juego, pero de palabras: "Mucho gusto, me llamo Seba, el Seba se ceba rapeando, se eleva cantando, ¿se le va la voz? Ni cagando", es uno de estos soludos. A veces cuestionan su misma naturaleza, cuando NueveDoz trae versos despiertos sobre grandeza y choreza en el barrio o en la Dehesa y cierra con el mensaje "Se quejan de discriminación y son los primeros en discriminar". Muchas son bombas de un rap contestatario que sólo desde los márgenes pueden sacudir con esta autenticidad: "La televisión segmenta su programación pa' proteger a los niños de una intoxicación / mentira, si mientras más niños miran les lloverán los auspicios y los niños no tendrán vida (…) mi generación se llamó 'niños que piensan' / los niños de hoy son robots encerrados en sus piezas / hoy se prohíben los juegos infantiles, los niños de hoy no escriben, giran en torno a un cíber", son versos escogidos de Búfalo Deet, antes de acuñar la conclusión: "No sé ustedes, pero yo apagué la tele".
Y muchas veces es rap urgente y callejero como ajuste de cuentas. Ahí está Salvaje Decibel para ir al frente y hacer desde un guiño a MySpace con "Antes de enchular el espéis enchula tu idea, tu rabia, tu beat y haz un hit" hasta un manifiesto completo sobre el oficio y el negocio raperos. "La evolución del rap no es terminar haciendo pop / es rimar con flow, dejar a todos nocaut y en shock", dicen. "Productores usureros parecen pulpos / Lo único bueno es su dinero que trae raperos clásicos y punto / Pero acá son forasteros, de la nada aparecieron, salieron por la humedad pero al rap chileno nunca contribuyeron", acusan. En otro pulso, Liricistas dejan a su vez un recado como "Recapitula tu faranduleo, longi de discoteca", porque Respira está armado así, entre solistas, dúos, grupos, colaboraciones y cruces varios, de modo que Liricistas aparecen en conjunto con MC Unabez, que a su vez rapea solo y como parte de Mente Sabia Cru, quienes por su parte se juntan con Dr. Bene, el cual por su lado es parte de Cuarto Universo, y entre la asamblea de voces queda resonando un verso de MC Unabez que vale para toda una generación: "A mí recién me vieron nacer / me van a ver permanecer". Este disco es una clase de vida real. Con discos así vuelven a tener sentido palabras como underground, "independiente" o "alternativo": era urgente hacer este trabajo, nadie iba a hacerlo salvo ellos mismos y ahora no deben nada a nadie. Rimas, bases, scratches, todos talentos combinados: Respira es una hora y cuarto de talento por todos lados.
