Eternidad

Hace ocho años una pequeña Nicole Natalino se podía ver de cuando en cuando en algún programa de televisión cantando y saltando, vestida en colores pasteles junto a otros tres niños. Era el tiempo en que el grupo infantil Ciao acudía a cuanto evento le ofrecían.  Funcionó: alcanzaron el éxito comercial y una gran rotación de sus canciones en las radios, pero mucho tiempo después, y no como Ciao, sino que bajo el nombre de Kudai, adquirido en 2003. Del rosado y las canciones infantiles Nicole pasó junto a Kudai a una música pop oscura y a veces trágica. Acompañada de una apariencia igualmente depresiva, la cantante estuvo con Kudai en los discos Vuelo (2004) y Sobrevida (2006). Tiempo después, cansada de su dependencia a la agrupación juvenil, decidió dejarla y adquirir libertad. Claro que no de inmediato, sino que se dio el tiempo para madurar y estar segura del tipo de música que querría hacer. Esa decisión se reflejó en su primer título, Eternidad, y bajo un nuevo nombre artístico: Nico.

Esta etapa muestra una clara ruptura con su pasado: ya no más relevancia a los conflictos existenciales de la adolescencia, ni una llamativa estética emo. Las nuevas interpretaciones de Nico son alegres y, mayoritariamente, románticas. El disco fue producido y escrito por Gustavo Guz Pinochet, que estuvo a la cabeza de las composiciones de Kudai hasta el 2007, y que luego inició el proyecto Sum. La lista comienza por “No hay más”, el primer single. Es una balada intensa, que luce el talento vocal de Nico. Lo mismo ocurre en “Volverás”, canción que con piano y violín crea una profunda atmósfera melancólica para dar paso al tema que da nombre al disco, “Eternidad”. Otras canciones, como “Seré” “Puedo respirar” y “Quédate en silencio”, suenan más enérgicas gracias al apoyo de coros con más voces.

Este debut completa diez canciones, más una versión acústica de “No hay más” y otra “light” de “Bajo tu luz”, porque excluye las guitarras de la interpretación original. Pero es repetición de temas no es un hecho agotador como ocurre a menudo con los músicos que tratan de suplir su falta de creatividad con mil versiones de una misma canción. Las diez composiciones entregan un buen cuerpo de música pop. Eternidad refleja un positivo inicio de la carrera de Nicole Natalino, ya que la solista luce al cien por ciento su voz, acompañada de una producción musical impecable y letras llamativas que no caen en el romanticismo “cebolla”. Se podría decir, atrevidamente, que si ella continúa con el estilo que ha adquirido y consigue reunir a un público de dimensiones mayores, podrá ser calificada como una de las grandes figuras del pop nacional.

—Francisca González