En su caso la recomendación viene literalmente de cerca, y no hay nada malo en eso. Es su hermano el que contó a Coralie Clément sobre el recibimiento del público chileno, según recuerda ella a horas de debutar en Santiago este sábado: Coralie Clément es una de las más recientes cantantes del pop francés, reconocible por una voz dulce y un sonido de pop acústico con el que inició su carrera en 2001, y su hermano es Benjamin Biolay, el nuevo niño prodigio de la canción pop francesa, que debutó en Chile en marzo de 2008 en el Teatro Oriente de la capital, frente a una calurosa audiencia.
-Sobre Chile no sé demasiado. Mi hermano me habló un poquito -dice Coralie Clément desde Buenos Aires, su parada anterior a Santiago-. Me dijo que era súper, que quedó muy muy contento, encantado de haber venido a Chile y a Argentina. Pero tampoco le pregunté demasiado porque si no eso me estresa, me pone un poco nerviosa. Prefiero dejar que sea un sorpresa ir a Chile.
La cantante traerá un concierto con canciones de sus tres discos, el acústico La salle des pas perdus (2001), el más eléctrico Bye bye beauté (2004) y el regreso a sus orígenes de Toystore (2008), el más reciente. "Adoro cantar, así es que siempre elijo muchas canciones y al último momento decidimos cuáles haremos. Para esta gira a Argentina y Chile hacemos por cierto varias canciones del nuevo disco, algunas del primero y también covers", detalla.
-¿El segundo disco queda en una especie de paréntesis?
-No, adoro ese disco. No diría que es mi favorito, pero casi. Y para mí no es tan diferente tampoco, es sólo que la orquestación es diferente, un poco más rock, pero las canciones son parte de mis discos, es mi forma de escribir. En el momento en que lo hice estaba en Nueva York, así que estaba bañada en pop en rock, todo el tiempo, y tenía muchas ganars de tener ese sonido.
-¿Cómo eliges esos covers para tocar en vivo?
-Siempre los hago y trato de cambiarlos en función del lugar donde estoy. En este show tengo versiones de Benjamin (Biolay) y de Henry Salvador (cantante popular francés), y una de Vanessa Paradis ("Pourtant"), que es una artista que me encanta enormemente.
En familia: el director y la actriz
No es la única presencia que tiene Benjamin Biolay en el concierto. El músico ha producido los tres discos de su hermana y en Toystore se hace cargo en concreto de tocar todos los instrumentos, incluido el ukelele que se oye en la canción "C’est la vie".
-Para mí es importante que este disco haya sido hecho en familia -dice la cantante, que además invitó a su amigo cercano, el cantante francés Etienne Daho, a cantar a dúo en una canción llamada "Je ne sens plus ton amour" y grabó un cover del propio Daho, "Vis-a-vis".
-Hicimos la música de la canción nueva con un amigo, y la versión de "Vis-a-vis" la armamos con mi boyfriend, que también es un amigo de Etienne. Adaptamos la canción a mi voz, a mi universo de sonido, y el trabajo de producción es sobre todo Nicolas el que lo hizo.
-¿Nicolás es tu boyfriend?
-Era, sí.
-Divertido que uses una palabra en inglés para decir novio.
-Sí, parece que en inglés es más fácil de decir (sonríe).
-¿Es una responsabilidad compartida cuando trabajas con tu hermano, o él se hace cargo de todo?
-Nuestra colaboración siempre ha sido así: Benjamin se plantea un poco como el realizador de una película, y yo como su actriz. Él escribe las canciones, decide los conceptos y yo los acepto, los apruebo o no. Siempre ha funcionado genial. De hecho empecé a hacer un disco por mi cuenta con otro productor y no me gustó, no estaba tan contenta. Pedí un poco de ayuda a Benjamin y él se hizo cargo, tocó todos los instrumentos y llenó el estudio con una cantidad enorme de instrumentos para niños. Hicimos un museo en el estudio y fue muy entretenido. Sí, Benjamin escribe y compone todo, pero lo hace para mí, en realidad. No es para alguien más: es para mí.
-¿En qué se nota eso?
-Porque está completamente adaptado a mi voz y a quien soy. Cuando escribe los textos los leo una vez y ya quiero cantarlos.
-Así el otro productor no tenía muchas chances.
-No (sonríe).
-¿Pero vas a querer trabajar alguna vez con otros músicos?
-Sí, sí, porque Benjamin tiene mucho trabajo y también llegará un día en que yo haga un disco por mi cuenta. Con él es por completo la familia, es como estar en la casa, pero seguro que quiero trabajar con otros músicos y conocer otra gente.
Canciones para el sol
Dos músicos a cargo de diversos instrumentos y bases programadas acompañan en vivo a Coralie Clément, que en el escenario se concentra en cantar. "Es muy difícil para mí cantar y tocar un instrumento", explica, y así se dispone a estrenar en Chile canciones de su nuevo disco como el reggae "So long Babylon".
-Me encanta ese ritmo, es híper divertido. Me gustan todas esas sonoridades un poco soleadas. De partida este disco está pensado también para el extranjero, no sólo en Francia sino en todo el mundo, y era mi voluntad agradecer también a todos los que me han seguido desde el comienzo. Es por eso que es un disco con más sonoridades.
-Ahora grabaste un reggae, antes hiciste un samba o una bossa nova. ¿En general tienes un gusto por la música latina?
-Sí, de hecho conocí eso con Astrud Gilberto (la cantante brasileña de bossa nova, popularizada en pareja junto al guitarrista João Gilberto), porque ella había hecho un dúo con Etienne (Daho). Y me volví totalmente loca con Astrud Gilberto. Me siento muy próxima a España también, me gusta mucho el flamenco. Y me encanta ir a Chile porque también tengo mucho interés en descubrir discos. En Francia no conocemos muy bien lo que pasa allá, así es que voy a dedicarme a buscar.
-Ya que mencionaste a Astrud Gilberto, siempre eres comparada con ella y con otras cantantes como Jane Birkin o Françoise Hardy. ¿También son referentes para ti?
-Seguro, seguro. He escuchado eso desde que era chica, Jane Birkin, Françoise Hardy, para mí son las referencias en francés. He tenido la suerte de conocerlas a todas y me siento muy halagada cuando dicen que me parezco.
-¿Hay un lazo natural entre el francés como idioma y cantar un samba o una bossa nova?
-Sí, encuentro que es muy cercano. Aunque el idioma es otro, la colocación de las palabras es la misma. Se parecen mucho el francés y el portugués, podemos encontrar una dulzura común.