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Suspendido en el tiempo

Medio siglo de canciones, que a esta altura ni siquiera son éxitos: son clásicos. En Arena Movistar el astro hispano hizo sentir que con él siempre es hoy.

20 de Abril de 2009 | 11:28 |
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Raphael en acción. Nuevamente hizo de sus melodías verdaderas interpretaciones teatrales.

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Primero fue la voz. Raphael aparece en escena, escucha hasta el último aplauso del Movistar Arena repleto y eufórico, da por cerrado el recibimiento triunfal, y comienza a entonar los versos de "Cantares", dejando que ese registro que lleva cincuenta años encantando multitudes por el mundo, colmara hasta el último rincón. Fue uno de muchos momentos declaratorios y electrizantes que tuvo la cita, la celebración de medio siglo artístico de una figura irrepetible en la música hispana.

Con un montaje a la altura de las circunstancias -orquesta arrebatadora, tres pantallas móviles que actuaron como un álbum de fotos repasando la historia de Raphael-, el concierto funcionó como una biografía. A estas alturas más que éxitos, el español es de clásicos. Estuvieron "Yo sigo siendo aquel", "Digan lo que digan", "Cuando tú no estás", "Desde aquel día" y "Provocación", entre decenas de canciones interpretadas con intensidad.

Pero lo más impresionante fue constatar que después de medio siglo, cuando lo presumible es que Raphael vive el atardecer de su vida musical, su estampa es otra. Aún está a tope. Sale al escenario y hace sentir que el tiempo es relativo. Él al menos, parece dominarlo. Cuando lo presumible es que Raphael vive el atardecer de su vida musical, su estampa es otra. Aún está a tope.