GIJÓN.- "Me levanté de mala gana. Sólo me apetece emborracharme, pedir un whisky y decirle al camarero que me ponga el más humilde que tenga con una rodaja de limón", dijo hoy el escritor chileno Luis Sepúlveda para referirse al fallecimiento ayer en Montevideo del poeta uruguayo Mario Benedetti.
El autor de "El viejo que leía novelas de amor" explicó que éste era el modo en el que su "queridísimo" amigo uruguayo ordenaba la bebida en los "boliches" de Montevideo y consideró que sería un homenaje ante su desaparición.
Sepúlveda afirmó, durante la presentación del Salón Internacional del Libro Iberoamericano de Gijón (norte de España), que esta edición del certamen será un "gran homenaje" al hombre que afirmó que hay que de "defender la alegría como una barricada".
Según manifestó, ese espíritu ha imbuido el evento que, aseguró, siempre se ha desarrollado bajo la premisa de uno de sus poemas: "Si te quiero es porque sos mi amor, mi cómplice y todo. Y en la calle codo a codo somos mucha más que dos".
De Benedetti también habló hoy el poeta y premio Cervantes Antonio Gamoneda, quien dijo sentirse "muy entristecido" por su muerte y que lo definió como un hombre "humanamente muy necesario en el terreno del pensamiento social y en el de la honradez, aunque yo no compartía con él su lenguaje poético".
"Era un ser admirable pero el utilizaba un lenguaje normalizado, el lenguaje de la comunicación coloquial que, aunque lo respeto muchísimo, no lo comparto", explicó Gamoneda, durante la presentación de su último libro "Un armario lleno de sombra".