Libro plantea que La Sagrada Familia fue creada por Gaudí tras una revelación

SANTIAGO.- El Templo Expiatorio de La Sagrada Familia es considerado por muchos como la obra más representativa de Barcelona, y la más emblemática entre las del catalán Antoni Gaudí. Una edificación a la que el arquitecto llegó cuando llevaba un año de construcción, en 1883, para replantear completamente su estilo, imprimirle su sello y transformarla en monumental.

Sin embargo, una historia sugiere que esto no fue una simple ocurrencia de Gaudí, en un arranque de megalomanía o de devoción, para construir la más imponente catedral del mundo. El relato asegura que tan grandilocuente obra fue nada menos que un encargo divino, realizado mediante una revelación del mismísimo San José al arquitecto.

Es la idea que sustenta a "El silencio de Gaudí" (Zeta, $7.000), libro de estreno reciente en las librerías locales, escrito por el panameño Juan David Morgan. Y aunque se trata de una novela, el anclaje que el autor realiza en torno a aspectos y personajes reales de La Sagrada Familia y el Vaticano, otorgan al relato un aura de verosimilitud que lo transforma casi en un archivo desclasificado.

La historia parte en las disyuntivas de la Iglesia —encabezada por Benedicto XVI— en torno a la decisión final que deben tomar respecto del "Documento de Barcelona": Una carta escrita de puño y letra por Antoni Gaudí, en la que revela la aparición que San José hizo en su taller, junto con la transcripción de sus dichos.

"Has sido escogido para diseñar y hacer construir la obra más importante que nuestra religión pueda concebir", le dijo el esposo de María al arquitecto, a quien además le indicó los lineamientos que la nueva catedral debía seguir.

Sin embargo, darlo a conocer no implicaría una simple santificación de la obra: El documento, además, contiene una serie de profecías que se han ido cumpliendo una a una, y que concluyen nada menos que en el fin de la humanidad. Adelantos tan certeros, en relación con sucesos del siglo XX, que hasta repercuten en cierta desconfianza hacia el relato, durante las primeras páginas.

Sin embargo, la propia historia se hace cargo de esa desconfianza, y mezcla esa mirada con ramas vinculadas al proceso de canonización de Gaudí que hoy observa el Vaticano, el plan de construir un tren subterráneo que podría repercutir en los cimientos de La Sagrada Familia, y hasta en las pugnas entre Jesuítas y Opus Dei, en la sede de la Iglesia.

El resultado es una historia que, tras iniciales tintes místicos, se transforma pronto en una marcada por las intrigas, en las que intervienen el gobierno local de Barcelona, sacerdotes, grupos de presión y hasta el mismo Papa. Esa mezcla que exitosamente han sabido explotar autores como Dan Brown, y que el centroamericano Morgan logra dotar con efectividad de cercanía, para lectores de este lado del globo.