Marcelo Simonetti habla de su doble estreno: Publica novela y debuta en teatro

SANTIAGO.- Una es la historia de un fotógrafo que, en compañía de un comerciante argentino, busca al hombre que habría fotografiado a Dios y, de paso, busca también a su propio padre, quien lo abandonó hace treinta años; la otra es la historia de un cantante sin mucho talento, a punto de enfrentar su primer gran desafío en vivo.

Dos relatos que suenan dintintos y distantes, pero que tienen más de algo en común: Primero, que fueron escritos por Marcelo Simonetti y, luego, que ambos llegan al público en estos días, aunque uno como libro y el otro como obra de teatro.

La primera historia es la que Simonetti plasmó en "El fotógrafo de Dios" (Norma, $7.990), la novela que desde la semana pasada se encuentra en librerías, y en la que el escritor volcó elementos de su propia biografía y de la de otro personaje: Sergio Larraín, considerado por muchos como el mejor fotógrafo que ha dado Chile, y que en su momento mayor fama decidió aislarse del mundo en pro de la búsqueda espiritual.

El fotógrafo, que trabajó en lugares como la agencia Magnum, despertó la admiración en muchos, y también en Simonetti. "Por un lado por su trabajo y, por otro, por la vida de este personaje. Se consagró a una pasión, que es la fotografía, y en algún minuto decide abandonarlo todo y desaparecer del mundo, para reinventarse de alguna manera. Dejar todo para vivir una vida desconocida, de austeridad, aislamiento, búsqueda espiritual. Y esa vida dio pie a ciertos mitos. Son pocas las personas que en vida generaron mitos. Larraín lo logró", afirma el escritor.

A partir de esos elementos, Simonetti dibujó una historia en la que también visita su propia relación con su padre, haciendo que ficción y realidad se mezclen en un todo.

"Yo fui a ver la obra 'Sin sangre', y me encantó la puesta en escena: En momentos no sabías lo que era montaje teatral y lo que era cine, eran casi imposibles de separar", recuerda el autor de "La traición de Borges". Esta vez, acudiendo a ficción y realidad, Simonetti también quiso crear una mezcla en que la separación fuera imposible. "Es el juego en el que quise entrar a toda costa", asegura.

Debut en las tablas

Un ejemplo de corte teatral como ése suena, en estos días, más acorde que nunca en boca de Simonetti. Ello porque el autor además está próximo a ver sobre las tablas su primera incursión como dramaturgo, cuando el próximo 28 de mayo se estrene "La gran noche", en el Centro Mori de Vitacura.

La obra, protagonizada por Benjamín Vicuña y dirigida por Paulina García, cuenta la historia de un cantante que está a punto de salir a escena a hacer su gran presentación, pero ésta se ve frenada por distintas razones.

"Es el primer recital de un cantante de talento discutible. Inicialmente la historia está inspirada en René de la Vega, que tal vez no era falto de talento, pero sí pasaba que su talento no era reconocido por todos. Ésa es la génesis, el germen, aunque luego la obra adquirió vida propia", cuenta Simonetti.

Y aunque el tema de fondo (la fama) y el personaje inspirador pueden dar para un montaje más orientado al humor, el autor cuenta que ese elemento está presente sólo en cuotas: "Hay una mirada irónica respecto del personaje y del texto, pero finalmente es una tragedia con tintes de humor".