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El jardín de Florencia

Es cantante, compositora, guitarrista y profesora de música para niños, y viene a Chile por segunda vez esta semana a mostrar su música. Desde su natal Argentina, Florencia Ruiz habla de su más reciente disco, Mayor, y de cuál es el modo más simple de enseñar cuándo una canción está en tono mayor o menor.

25 de Mayo de 2009 | 17:45 |

Han pasado años y viajes entre la Florencia Ruiz de 28 años que llegó por primera vez a tocar sola en pequeños escenarios de Santiago en enero de 2006 y la que esta semana vuelve para presentarse en la capital el próximo jueves. Viajes mucho más largos que de su natal Argentina para acá: en medio la cantante, autora y guitarrista bonaerense fue a actuar a lugares tan diversos como México y Japón en 2008. Esta vez de nuevo viene sola, pero con más millas recorridas.

En Japón cantó gracias a que viene editando su música en ese país desde el primero de sus cinco discos a la fecha: la tríada inicial de Centro (2000), Cuerpo (2003) y Correr (2005), la colección de remezclas Fogón (2006) y el reciente Mayor (2007). Actuó en las ciudades de Tokyo, Kyoto y Nagoya, con músicos locales y extranjeros. "Hubo bastante público y muy enterado de la música, y tuve la suerte de que me armaron una banda", explica por teléfono desde su casa en Buenos Aires, horas antes de cruzar los Andes.

-¿Y en México?
-En México toqué en ámbitos distintos, en lugares de música electrónica. Y eso estaba re bueno porque me tocó actuar con gente con la que no tenía una relación. Me amplió mucho el abanico.

-Y acá cantaste con una guitarra acústica la primera vez. ¿Puedes funcionar en medio de música electrónica y acústica?
-Claro, y funcionó súper bien, es una cosa rarísima. Está bueno viajar y ver dónde uno se encuentra verdadermente en un plano mundial. Que es medio extraño también pensarlo, pero en realidad es así, ¿entendés? Uno está en su casa y hace las canciones, no parece que lo de uno sea mundial, pero a la larga es un poco así.


Cara triste, cara alegre: Florencia Ruiz de menor a mayor


En Chile la cantante presentará además parte de Impulso superior (2008), un disco a dúo con el guitarrista argentino Ariel Minimal, en su momento integrante de Los Fabulosos Cadillacs y líder del grupo Pez. "Te la recomiendo así de corazón, porque es una súper banda", dice. "Nos salió un disco muy canciones, viste, muy amoroso".

-¿Y cómo te salió Mayor?
-Mayor es cancionero, también, todas son canciones. Es experimental, pero muchísimo menos que los anteriores. Por supuesto siempre es personal. Tiene dos caras bien marcadas, una suave como de guitarra española, cuerdas, y otra que es de banda, que también me encanta ese trabajo colectivo de muchos años.

De hecho Florencia Ruiz ya está trabajando en su próximo disco, esta vez con el músico y director de orquesta argentino Carlos Villavicencio como productor: el mismo hombre que dirige la orquesta en el disco en vivo Euforia (1996), de Fito Páez, entre otros trabajos con el cantautor rockero rosarino. "La música va avanzando, se va modificando, es muy difícil quedarse con lo que ya hiciste", comenta Florencia Ruiz. "Hasta las versiones que van a escuchar (de los discos previos) son distintas".

-¿Y cómo ves los tres primeros discos desde aquí, como una trilogía?
-Es una trilogía, sí. Yo pensé que fueran escalones previos a comenzar, ¿entendés? No soy una persona muy osada, entonces para hacer algo me resulta muy interesante prepararme. Esos discos tienen mucho de preparación. Probé y aprendí montones de cosas. Correr, por ejemplo, lo grabé todo yo. En Mayor produje la mitad del disco, y ahora en el disco nuevo no produzco nada. De entrada hice discos para aprender, para crecer, para avanzar.

-¿En cambio en Mayor sí estás crecida, de eso se trata el título?
-En el fondo siempre sigo aprendiendo, pero sí, eso está presente. Aunque más que nada le puse mayor en términos musicales, ¿no?

-¿Las canciones están todas en tonos mayores, por ejemplo?
-Las canciones están todas en modo mayor.

-¿Entonces puede ser un disco más optimista? ¿Crees que las canciones en tono mayor son más alegres que las en tono menor?
-Sí, por supuesto. De hecho yo enseño a niños chiquitos, y cuando enseño los modos siempre pongo cara triste cuando es modo menor y pongo cara contenta cuando es modo mayor. Por eso se llama Mayor.


Profesora, guitarrista y la otra vida de Florencia Ruiz


En paralelo a su carrera y a sus discos, la profesora Ruiz hace clases de música a niños de jardines infantiles en Buenos Aires, con el adiestramiento que le da su formación como profesora de guitarra del Conservatorio Alberto Ginastera de la ciudad de Morón. "Mantengo ese trabajo primeramente porque estoy a favor de la educación pública y la igualdad, y porque me interesa compartir lo que sé", explica.

-¿Cuánto se aprende también, al enseñar a niños de menos de seis años?
-A mí me enseñó montón, a desinhibirme, a relacionarme con la música desde un punto de vista más alegre. Porque uno cuando toma la guitarra a veces compone canciones súper tristes, melancólicas. Pero cuando vas a trabajar a un jardín no podés estar triste y melancólico.

-Tienes que ir en tono mayor.
-Claro. No: tenés que ser cascabel, ¿entendés? Y eso está buenísimo, la alegría. Y por eso es algo que pasan los años y no dejo.

-Estudiaste en un conservatorio y vas a hacer tu próximo disco con un músico académico. ¿Qué tan importante es esa formación para ti, es una herramienta, o es más que eso, una vocación?
-No, es algo que utilizo naturalmente, como quien sabe escribir o leer. Son recursos y posibilidades. Si quiero escribir para fagot o para orquesta es algo que tengo conmigo, lo hago fácilmente, como escribir una carta. Es el lugar que tiene que tener, me parece, el saber: hay que usarlo cuando uno lo necesita.

-¿Te sientes más libre que si hubieras elegido ser una intérprete en guitarra y estudiar ocho horas diarias?
-A mí me parece que ése es el camino, pero yo ya lo hice. Ya estudié, no sé, diez horas diarias de guitarra. Ya está, ahora lo que tengo que hacer es componer. Me parece que es un error subestimar el estudio, y también es un error sobreestimarlo y pensar "Si no estudiás no existís", ¿entendés? Estoy feliz de haber podido estudiar porque primeramente pude trabajar, y eso me permitió, qué sé yo, comer. Mantenerme. Yo vengo de una familia humilde y me pagué mis estudios, que son básicamente los apuntes, porque el Conservatorio Ginastera es un conservatorio público. Pero los instrumentos, los discos que grabé, todas las cosas salieron de mi trabajo. Pero ahora estoy en otra cosa. Por suerte encontré mi lugar. Mejor, peor, lo que sea, pero mi lugar, y eso está bueno. De hecho cuando me llaman para que dé clases de guitarra no me siento en forma, ¿entendés? Ya estoy en el mundo de las ideas, no en el mundo de la técnica. Es como otra vide que tuve.

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