LONDRES.- La soprano estadounidense Renée Fleming saltará del papel de Violeta en "La Traviata", de Verdi, que cantará a mediados de mes en Covent Garden, en Londres, a "Walk on the Wild Side", del álbum Transformer, de Lou Reed, en Praga.
Fleming explica en declaraciones al Daily Teleraph que actuará en Praga con Reed a petición del ex presidente checo Vaclav Havel, conocido dramaturgo y admirador del vocalista de Velvet Underground, con motivo del 20 aniversario de la Revolución Violeta, que se celebra en octubre.
La soprano, que cumplió 50 años en febrero, llegó tarde, con los cuarenta cumplidos, a "La Traviata", pero no se debió sólo al miedo a las comparaciones con otras famosas intérpretes, según explica.
"La mayor dificultad para mí está en el aria del primer acto ("Sempre libera"). No es un aria natural para mi voz. Cuando empiezo a cantarla, sólo pienso: Vamos a ver si la superamos esta noche. A veces me pregunto si a Verdi no le gustaba la cantante para quien la escribió", comenta.
A fin de prepararse para su actuación en Covent Garden, donde cantará por primera vez a Violeta en Europa, Fleming ha estado estudiando viejas grabaciones, desde la extraordinaria Rosa Ponselle, e incluso confiesa haber devorado el libro de Katie Hickman titulado "Cortesanas" para entender mejor el personaje.
Las cortesanas del París del siglo XIX, como la protagonista de la ópera de Verdi, "no tienen nada que ver con la impresión que tenemos hoy de una prostituta. Eran normalmente mujeres increíblemente cultas", explica.
Su primer intento de cantar "La Traviata", hace diez años en la Met neoyorquina, donde se ofreció para una sustitución, fue fallido y hoy reconoce que "es una de esas cosas que nunca debí hacer. Se me habían acumulado los papeles. Me encontraba en proceso de divorcio. Estaba atravesando una crisis muy difícil. Así que tuve que cancelar".
Por fin consiguió debutar con éxito en ese papel en Houston (Texas) en el 2003, y fue por aquel entonces cuando, con dos hijas a las que criar, empezó a hablar de su deseo de limitar sus compromisos operísticos y hacer más recitales.
Pese a todo, su "Traviata" de Covent Garden, que se estrena el próximo 18 de junio, es su quinta ópera en nueve meses, y la soprano lo explica así: "De pronto me he entusiasmado. Creo que las giras son duras, pero la ópera es algo que me gusta mucho hacer".
Pero el tiempo pasa también para una cantante, y Fleming ha tenido que decir adiós a Mozart y probablemente tenga que despedirse pronto de otros papeles como Manon y la propia Violeta.
"No es que no pueda seguir cantando un papel, sino que pienso que ya he dicho lo que tenía que decir en él, y creo que es mejor dejárselo a otra cantante. Me estoy moviendo hacia un repertorio algo más pesado", explica en alusión a roles como Ariadne, de Richard Strauss, o Elsa, de Lohengrin (Wagner).
En su gira del próximo otoño cantará arias de Puccini, Mascagni, Leoncavallo y otros de su disco de próxima aparición (en Decca) "Verismo".