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Quebrado en dos

En el inicio de una de sus más extensas series de conciertos en el país, el bajista y compositor argentino habla de su relación con nuestros músicos y con un público que lo idolatra. Su cuerpo y alma está en ambos lados de la cordillera. "Chile también me escogió a mí", dice.

11 de Junio de 2009 | 10:55 |

José Ignacio Ramoneda es el nombre de un acérrimo seguidor de Pedro Aznar. Lleva consigo un ejemplar del disco doble del argentino llamado Quebrado y va en busca de una firma del músico. Ése es el repertorio central que Aznar echará a correr a partir de este jueves cuando inicie una trepada por Chile con diez actuaciones imparables.

Ramoneda ha estado en todos los conciertos de Aznar en Chile, menos en uno. El que presentó al grupo Alas en 1977 en el Campus Oriente de la Universidad Católica, en una fiesta novata. En ese grupo de rock fusión, progresivo y tanguero tocaba el bajo eléctrico un muchacho de 17 años llamado Pedro Aznar que ni siquiera había escuchado a Jaco Pastorius y ya deslizaba trallazos de ese talento solístico. “Ahí fue cuando conocí a Congreso, porque tocamos juntos esa vez”, reconstituye Aznar desde el piso 25 del hotel donde se hospeda.

Aquí y ahora, en vivo serán tres noches seguidas en el Teatro Oriente de la comuna de Providencia con números de telón de las chilenas Elizabeth Morris, Camila Moreno y Vasti Michel, el jueves, viernes y sábado respectivamente, y luego a girar por ciudades. “Pero no es la primera vez que salimos del Teatro Oriente. Hemos hecho no menos de seis giras por otras ciudades”, dice. Las actuaciones continúan desde el 14 de junio en Concepción, Temuco, Valdivia, Puerto Montt, Calama, Antofagasta y Valparaíso.

-Has escogido a Chile como un lugar presente para tocar.
-Pero Chile también me escogió a mí. Ésa es una feliz coincidencia. Yo había venido en 1995, pero esta relación más cercana comenzó desde 2001, cuando estábamos tocando Caja de música (2000), un disco de musicalización de poemas de Borges.

Sus conciertos en Chile son siempre a teatros llenos y frente a un público variable en intensidades y transversal en edades aunque con el denominador común del gusto por la música de factura y terminaciones finas. Pedro Aznar ha sido un ejemplar de esta cepa incluso desde esos inicios en el grupo Alas, luego en su militancia en Serú Girán con Charly García, David Lebón y Óscar Moro, y más tarde desde el paso al grupo de jazz del guitarrista Pat Metheny.

-Ésa fue una buena historia. Estábamos con Seru Girán en el Festival Monterrey de Jazz en Rio de Janeiro. Yo le entregué a Pat un caset con unos demos, unas investigaciones musicales, cosas extrañas. Había un bolero humorístico. Tiempo después un músico argentino me traía un mensaje del propio Pat, con unos teléfonos donde ubicarlo. Me estaba integrando a su banda -dice.

-Para ese grupo americano de jazz fusión ya tenías interés en mostrar música de raíz folclórica latinoamericana.
-Bueno, Pat Metheny tiene esa raíz folk, pero también una fascinación por la música brasileña. Ése fue el primer vínculo entre los dos, porque porque creo que el amor por Brasil en mí está clarísimo. Hice un disco que se llama Aznar canta a Brasil (2005). En la primera época con Pat, hasta 1986, me trasladé a vivir a Estados Unidos. Después volví a Buenos Aires y cuando me reintegré al Group sólo fui a las giras. Con él hicimos una vidala tradicional a la que le puse letra. La verdad no sé cuánta influencia haya tenido eso en Pat.

-¿En qué momento cambió tu música hacia desde el pop y la fusión a la raíz folclórica?
-Yo creo que desde David & Goliath (1996) se hace más carne. Soy un convencido de que uno considera ciertas expresiones artísticas en una obra sólo cuando ha vivido cosas.

-¿Estaban cambiado tus héroes musicales? ¿Escuchabas más a Atahualpa Yupanqui o a Violeta Parra?
-Borges decía que si uno no entiende un libro es que ese libro aún no ha sido escrito para ti. Eso explica las cosas. En el fondo uno llega a las cosas en un momento justo y no otro.

-Tu relación con Chile va más allá del público que te sigue al pie. Hay un vínculo con los músicos, por ejemplo Elizabeth Morris, coautora de las "Décimas" de Quebrado.
-Y también con Congreso, que volvimos a tocar en 2002, o con Francesca Ancarola, que hemos actuado juntos o con la propia Magdalena Matthey (con una colaboración en su disco Afuera, 2007, realizada a través de envío postales para la canción "Era una rosa").

-Incluso un músico de tu actual banda es Federico Dannemann, que es argentino pero ha vivido siempre en Chile.
-A él lo vi tocar en una tanguería de Santiago, El Cachafaz. Pero no estaba tocando tango, sino jazz. Me interesó mucho, inmediatamente. Su capacidad musical es sobresaliente.

-En Buenos Aires deben haber 30 guitarristas para elegir y lo escogiste a él.
-No creas. No hay tantos guitarristas como Federico allá ni se encuentran en cada esquina.

-Él es el guitarrista de Francesca Ancarola. ¿Qué te dijo ella cuando lo contrataste?
-Francesca es mi amiga. Pero yo no se lo robé.


Los conciertos:
11 de junio, Teatro Oriente, Santiago, junto a Elizabeth Morris.
12 de junio, Teatro Oriente, Santiago, junto a Camila Moreno.
13 de junio, Teatro Oriente, Santiago, junto a Vasti Michel.
14 de junio, Teatro Universidad de Concepción, Concepción.
16 de junio, Gimnasio Olímpico Temuco, Temuco.
17 de junio, Casino Dreams Valdivia, Valdivia.
18 de junio, Arena Puerto Montt, Puerto Montt.
19 de junio, Teatro Municipal de Calama, Calama.
20 de junio, Teatro Municipal de Antofagasta, Antofagasta.
21 de junio, Teatro Municipal de Valparaíso, Valparaíso.

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