El cantante Jens Lekman se presenta este sábado 20 de junio a las 22 horas en el escenario de Industria Cultural, de calle Cueto con Balmaceda en la capital.
Foto: sitio oficial de Jens Lekman.Para llegar a Kortedala, un barrio situado en los alrededores de Gotemburgo, o Göteborg, en Suecia, sirve tomar el tranvía 6, el 7 o el 11, según la información disponible en Internet. Pero eso es si uno está en la ciudad. Para llegar desde cualquier otra parte del mundo es posible escuchar las canciones de Jens Lekman, el músico sueco que hace un par de años grabó su disco Night falls over Kortedala (2007) y que este fin de semana llega por primera vez a Chile.
Lekman tiene 28 años, vive en Melbourne, Australia, y responde justo a la categoría de músico independiente que en los últimos años se ha vuelto usual pero que en su caso es precisa: empezó en 2000 a hacer discos caseros y desde 2003 sus grabaciones son distribuidas por sellos independientes en distintos países. Eso le ha permitido mostrar en Estados Unidos, Australia o Brasil sus canciones pop, luminosas y melódicas, en las que se escuchan flautas, trompetas, acordeones, arpas, violines, mandolinas y percusiones.
Todo eso trae en el equipaje a Chile, acompañado además por el músico Viktor Sjöberg. Pero aún así viaja liviano.
-La mayoría de los instrumentos que escuchas están sampleados (grabados y reproducidos por medios electrónicos). Son pequeños fragmentos de música aquí y allá, capturados, editados y puestos en un nuevo contexto -explica Lekman con una voz varios tonos más grave que la de sus grabaciones, justo después de responder el teléfono en un hotel de San Diego, donde está de gira-. Para eso tengo a mi amigo Viktor tocando conmigo, que mezcla todos estos samples en vivo. Es como una mini orquesta. No estoy seguro de qué es lo hace, para ser honesto. Tiene un gran aparato plástico con un montón de botones encima, básicamente.
-¿Y tú tocas la guitarra y cantas?
-Qué más voy a llevar… no, lo único que llevo es la guitarra. Voy a hacerlo simple en esta gira. Siempre es diferente, depende un poco de en qué lugar estoy tocando y cuánto equipamiento puedo solventar. En esta gira mis discos no están disponibles en Sudamérica y no hay mucho dinero para llevar a un grupo, pero incluso así prefiero este plan, conmigo y una persona más, Víktor. Es más espontáneo y hay más improvisación. Con un grupo hay tantas cosas que sincronizar y hacer funcionar. Con Víktor todo es más simple.
-¿Pero es ir más a la aventura también?
-Sí, definitivamente. También me hace más libre, pienso, porque se trata menos de promoción y más de música. Me gusta cuando se aparece gente al azar en un concierto, que nunca ha escuchado nada sobre mí. Aun así cuando toqué en Brasil hace tres años el boca a boca pareció ser tan fuerte que había unas mil personas, incluso se agotaron los discos, así que estoy muy optimista.
-Tu último disco sigue siendo Night falls over Kortedala?
-Sí. Kortedala es el suburbio en Suecia donde fue grabada esta música. Es un suburbio muy soñoliento, no pasa mucho. El disco no se trata del lugar ni nada de eso, pero es el sitio donde vivía y quería grabarlo ahí.
-¿Podrías por favor pronunciar Kortedala?
-Lo estás diciendo bien. Kortedala. Nunca he escuchado a nadie pronunciarlo tan bien.
El mapa de Lekman
A grandes rasgos, Jens Lekman tiene tres discos principales. Son When I said I wanted to be your dog (2004), que incluye la canción "You are the light" entre una serie de grabaciones entre 2000 y 2004; Oh you're so silent Jens (2005), un compilado de sus tres primeros discos breves o EPs, y el propio Night falls over Kortedala (2007). Pero para grabar sus canciones ha sido mucho menos esquemático que eso.
Ya en 2000 estaba haciendo un primer EP, The insect (2000), seguido por varios otros como Maple leaves (2003), Rocky Dennis in heaven (2004), I killed a party again (2004), Julie (2004), You are the light (2004), The opposite of hallelujah (2005), Live at Stora Teatern (2005), You deserve someone better than a bum like me (2005) y USA October 2005 (2005). Y sobre todo los primeros de ellos eran grabaciones caseras en discos CD-R con tirajes muy reducidos.
-En 2000 o 2001 ya había sistemas para compartir música en Internet. ¿Por qué preferías grabar en CD-R, era una opción deliberada?
-Bueno, creo que en 2001 era muy tímido si se trataba de mi música. No la compartía con nadie, me intimidaba eso. En realidad imprimí ese primer disco yo mismo, nadie lo escuchó. Creo que regalé uno a mi mejor amiga, Lisa, y eso fue. Así es que hay una sola copia de esos dos primeros discos.
-¿Cuándo cambió eso?
-Supongo que llega un punto en que cada artista siente que tiene suficiente material y ha trabajado fuerte en él. Así que decidí enviar un disco a un sello (estadounidense) llamado Secretly Canadian que me encantaba, ellos respondieron al día siguiente y empezamos a trabajar juntos.
-Tus canciones han sido editadas en distintos países, en distintos discos o compilaciones y en distinto orden. ¿Te gusta ese pequeño caos?
-Es así, pero en realidad son sólo canciones. Escribo canciones, es todo lo que hago. Cuando he escrito unas dieciséis alguien dice "Jesucristo, tenemos que armar un disco con todo eso", pero yo no pienso para nada en términos de discos. Lo divertido es que me hace muy feliz tener mini-hits aquí y allá. Como en Australia, donde "Your arms around", del último disco, fue muy grande. En Suecia a todos les encanta "You are the light". En Estados Unidos a todos les gusta "Black cab". En Europa del sur a la gente le gusta "A postcard to Nina". En Brasil parecen disfrutar "A sweet summer's night on Hammer Hill". Todas esatas pequeñas canciones atraviesan el mundo y tienen que ver con cosas distintas. También me encanta eso. Es como usar ropa distinta en cada continente al que voy.