Los dolores de cabeza que Michael Jackson dio al responsable de su show en Chile

SANTIAGO.- Aunque tenía todas las ganas y energías de quien está abriendo a un país al mundo, en su caso de la mano de los "megaeventos", la visita de Michael Jackson a Chile estuvo lejos de ser algo sencillo para Ernesto Clavería, el hombre que en 1993 decidió arriesgarse con la producción de un concierto del popstar en estas latitudes, de la mano de su productora Prodin.

Ello porque, además de cancelar uno de las dos presentaciones que debía ofrecer en el país, Jackson dio concretas señales de que era probable que incluso no aterrizara nunca en Pudahuel.

Segun Clavería, "cuando estábamos a dos semanas del primer concierto, recibimos la información que canceló la gira. Íbamos a tomar un vuelo corriendo hacia Los Angeles, para ver qué podíamos hacer, pero cuando estábamos preparando el viaje nos enteramos de que el promotor mundial de la gira, un alemán, iba a obligarlo a que comenzara el tour".

Sin embargo, no fue necesario que ese alemán enfrentara al cantante. Antes de que se encontraran, circuló la información de que la policía iba a allanar el rancho del astro. "Cuando Michael Jackson se enteró de que iban a allanar su rancho, partió a Asia y comenzó la gira".

Fue un primer alivio para Clavería y su gente, pero no duraría mucho. El equipo de la producción en Chile partió a Singapur a ver los primeros shows del artista, y ni siquiera pudieron presenciar uno completo. "Empieza la música de la obertura, luego la repiten y de repente dos guardias bajan a Michael Jackson con los pies arrastrando. Se lo llevan a camarines y luego suspenden el concierto por enfermedad del artista, ¡con él ahí! Nos mirábamos incrédulos. Dijimos 'vámonos de aquí, porque va a haber una revolución' ", recuerda.

Con toda esa carga previa recibieron al astro en Chile, quien realizó un concierto el 23 de octubre de 1993, que Clavería recuerda como "apoteósico, la gente que estuvo ahí no lo va a olvidar jamás".

Sin embargo, y fiel a todas las señales dadas, Jackson acabaría suspendiendo una de las presentaciones pactadas, lo que llevó a los productores locales a pensar en diversas medidas para que el cantante cumpliera con el acuerdo, y además realizara los conciertos que tenía pendientes en Lima, y que también organizaba Prodin.

"Tenía la opción de poner un recurso judicial y dejarlo en el país, pero si hacíamos eso podía decir que los dos conciertos de Lima no los pudo realizar porque lo dejamos adentro (de Chile). Estábamos con la cola pillada", relata Clavería.

Una vez terminado el show de Jackson en Santiago, el productor se entera de que el cantante y su equipo ya iban camino al aeropuerto. "En ese momento supimos que no íbamos a tener conciertos en Lima", recuerda.

En pleno vuelo, el equipo de Jackson decide cambiar el plan, y hasta "estuvieron un momento perdidos en el espacio aéreo", dice Clavería. "De repente nos llaman de México y nos dicen que acaba de aterrizar en el DF, que está yendo rumbo al hotel y que preparan unas habitaciones de emergencia". En Lima nunca se detuvo.

Pero pese a todos esos sinsabores, Clavería recuerda la visita de Michael Jackson con gratitud y orgullo. "Por lo menos hicimos un concierto, y salió apoteósico. Fue un ícono y yo estoy orgulloso de haber trabajado en un concierto de él".