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El estrecho vínculo de Pina Bausch con Chile

Sólo tres veces visitó la artista el país, una cantidad que resultó suficiente para encontrar desde el amor de su vida hasta la fuente de inspiración para su última obra.

30 de Junio de 2009 | 13:17 | Sebastián Cerda, El Mercurio Online
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En 2007, la coreógrafa y bailarina alemana recibió La Orden al Mérito Pablo Neruda, de manos de la Presidenta Bachelet. Uno de los tantos episodios de su relación con Chile.

El Mercurio

SANTIAGO.- Fueron sólo tres las ocasiones en que Pina Bausch vino a Chile, una cantidad que, en comparación con miles de viajeros, puede sonar común y anecdótica. Sin embargo, esas tres visitas fueron suficientes para que la esencial artista alemana desarrollara con nuestro país un lazo único e indisoluble.


La primera vez que arribó a Santiago fue en el año 1980, cuando junto a su compañía emprendió una gira por Sudamérica que también la tuvo en ciudades como Curitiba, Río de Janeiro, Buenos Aires, Lima, Bogotá y Caracas.


Sin embargo, su paso por nuestro país fue especial: Acá conoció al poeta y profesor de estética de la Universidad de Chile, Ronald Kay, quien se transformaría en su marido y en el padre de su hijo, nacido en 1981.


Fue el primer lazo que Bausch creó con Chile, y que probablemente determinó el interés de la artista hacia el país, además de sus permanentes ganas de regresar. Pero la oportunidad para satisfacer ese anhelo se le presentó recién en el último lustro, cuando le ofrecieron participar en la edición 2007 del Festival Santiago a Mil.


Pese a sus deseos, en un primer momento su respuesta debió ser negativa: Compromisos adquiridos en Egipto le impedían venir en esa fecha a Santiago. Sin embargo, era tal su interés que al poco tiempo se contactó con los organizadores del certamen para comunicarles que había cambiado sus presentaciones en Medio Oriente, con el fin de poder estar una vez más en Chile.


De este modo, llegó en enero de 2007 como una de las figuras centrales de esa edición del festival teatral, para presentar junto a su compañía la obra "Masurca Fogo". Y aunque fueron muy pocas presentaciones en un siempre repleto Teatro Municipal, el montaje fue un rotundo éxito de público y crítica, que lo calificó como uno de los "imperdibles" del certamen.


Entonces, Bausch no sólo fue destacada por esa obra, sino además por su trayectoria y por la relevancia cultural con que se percibió su visita: La propia Presidenta Michelle Bachelet la recibió en el Palacio de La Moneda, para entregarle la Orden al Mérito Artístico y Cultural "Pablo Neruda".


"Me siento muy feliz, honrada y conmovida. Tengo una especial conexión con Chile, ya que hace 26 años encontré aquí a mi compañero. Chile me acompaña todos los días", dijo la coreógrafa tras recibir la distinción.


En esa ocasión, la ministra de Cultura, Paulina Urrutia recordó la visita de Bausch en los '80, asegurando que constituyó "un hito que remeció la escena (local) y marcó una concepción de la danza en coreógrafos y bailarines. Hoy continúa siendo un referente de la mejor danza contemporánea del mundo".


Obra inspirada en Chile


El broche de este lazo entre Pina Bausch y nuestro país fue puesto precisamente este mes, cuando la artista presentó en Alemania su última obra, inspirada en bailes, música y paisajes chilenos.


Con canciones de Víctor Jara, Violeta Parra, Congreso, Cecilia y Chico Trujillo, entre otros, la artista intentó imprimir los rasgos del país que más le llamaban la atención, con especial inspiración en zonas como Chiloé y San Pedro de Atacama.


Precisamente esos dos lugares fueron algunos de los destinos que incluyó en su última visita a Chile, en febrero de este año, junto a todos sus bailarines. Allí buscó la inspiración para desarrollar el montaje que estrenó en junio en Wuppertal, proceso que ya había iniciado en 2007, cuando aprovechó su visita para interiorizarse en torno a la cueca.


De aquel último viaje, comentó entonces a Revista Ya que "quería conocerlo (a Chile) por dentro y creo que lo que vimos nos quedará para siempre en el corazón. Estoy muy emocionada, lo que experimentamos en el sur y en el norte, todo lo que vivimos es tan enorme que me asusta. Me da miedo tanta fuerza, conocimos la tremenda energía y la belleza de este país. Me asusta porque sé que me servirá de inspiración, pero no tengo la menor idea de lo que saldrá", dijo refiriéndose a la venidera obra, que también calificó como "mi forma de pagar el enorme regalo que Chile me ha hecho".


Bausch tenía agendada su cuarta visita a nuestro país en enero de 2010, para participar en la edición Bicentenario de Santiago a Mil, precisamente con ese montaje. Y aunque su figura ya no se verá en estas latitudes, su presencia seguro que se sentirá, cuando su compañía cumpla con su voluntad de estrenar su reciente creación en Chile, nombre que quedará inscrito para siempre como su última fuente de inspiración.