Otra de Max Valdés: estrena misa minimalista junto a la Camerata Vocal

SANTIAGO.- El estreno de la "Misa berlinesa" del compositor estonio Arvo Pärt ofrecerá la Camerata Vocal de la Universidad de Chile junto a miembros de la Orquesta Sinfónica de Chile.

La dirección estará a cargo por el prestigioso maestro Maximiano Valdés, quien completará este viernes 10 y sábado 11 sus cuatro presentaciones en Chile. Los conciertos son a las 19:30 horas en el Teatro Universidad de Chile.

Sagrado y despojado

La "Misa berlinesa" pertenece al segundo período creativo, y el más importante, en la obra de Arvo Pärt. El compositor contemporáneo está considerado como uno de los precursores del minimalismo sacro. Esta corriente musical surgió a mediados de 1970 en Europa.

Su lenguaje es de carácter tonal, cercano a la música medieval y a la renacentista. Posee una fuerte orientación religiosa y procura la expresión de la emoción y la comunicación en forma directa, pero profunda, con la audiencia.

La misa fue escrita en 1993 para coro mixto y cuerdas, con motivo de la unificación de Alemania y de su capital, Berlín. La obra ha sido definida por el director Maximiano Valdés como una misa muy particular y bella, escrita en parte en el estilo de los madrigalistas flamencos del siglo XVI, aún siendo una obra contemporánea.

Su estructura se basa en las cinco partes de la Misa cuyo texto es invariable: "Kyrie", "Gloria", "Credo", "Sanstus" y "Agnus Dei", a los que agrega otros tres cuyo texto varía según el calendario litúrgico.

Arvo y las pequeñas campanas

Pärt, quien ha logrado una enorme popularidad y cuya música ha sido utilizada en más de 50 filmes, aplica en esta obra la técnica que él denomina como "tintinnabuli" (del latín, "pequeñas campanas") cuya base ubica dos voces simultáneas como línea central. 

El Director de la Camerata Vocal, Juan Pablo Villarroel define la "Misa berlinesa" como una obra de gran intimidad, de una sonoridad muy delgada, sin peso ninguno, de una gran transparencia. Una pieza profunda, cuya belleza no surge a primera vista. El desafío es encontrarle el tempo y el carácter”, dice. 

“Hay partes en que el coro canta a capella. Es una pieza con pocas sonoridades, lo que puede provocar que cualquier desafinación o mala posición de una nota quede expuesta”, agrega.

La soprano Claudia Pereira, integrante de la Camerata Vocal, coincide con Juan Pablo Villarroel: “La dificultad de esta obra está precisamente en lo minimalista que es porque cuando uno tiene pocos elementos, la estética tiene que ser muy limpia, muy nítida, no hay espacios a errores ni inexactitudes. Es una bellísima misa, de construcción muy simple, pero por lo mismo desafiante. La mayor atención del conjunto ha estado en tratar de lograr una pureza en cuanto al sonido, a la exactitud en el ensamble de las voces y, con estos pocos elementos, tratamos de construir una musicalidad cuya complejidad está precisamente en lo simple”.

Entradas: público general desde $ 4.000 y estudiantes desde $ 1.000 en boletería del teatro (Providencia 043, metro Baquedano), en locales de Feria del Disco y Tiendas París.