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Chilenescos a la vena

Con once años de historia cumplidos, el grupo santiaguino lanza esta semana su segundo disco, Se escucha, pero no se vota.... "Siempre hemos sido contingentes", dicen Los Pipeños.

29 de Julio de 2009 | 16:21 |

Para la estadística, este jueves 30 lanzan su segundo disco, pero Los Pipeños son de esa clase de grupo que tiene muchos más hitos que discos en su vida. Entre ellos hay grabaciones junto a los músicos Claudio Narea y Andrés Godoy, una canción en la banda sonora de la serie de TV "Diego y Glot" (2005), un exclusivo compilado de sesenta MP3 y un nombre de vino popular que es una declaración de principios.


Iniciado en 1998 en la zona sur de Santiago, el grupo presentará en vivo (ver recuadro) su nueva grabación después de Cajita feliz (2005), llamada Se escucha, pero no se vota… (2009). Y en una de las canciones, "Me persigue el FBI", tendrán como invitada a Claudia Flor Sepúlveda, del grupo pop rock Sónica, a quien conocieron cuando Claudio Narea los citó a una junta en el Pub Music, tradicional escenario rockero de la comuna de Maipú en la capital.


-Ese día tocaba el grupo Sónica, a quienes no conocía -recuerda el cantante y guitarrista Marcelo Varas, integrante de Los Pipeños junto a Sebastián Torres (bajo) y Francisco Vergara (batería)-. Me llamaron la atención y me gustaron, y ahora en el disco encontré interesante juntar dos estilos tan distintos y resultó. Eso demuestra que lo de separar las cosas en el rock y en la música es una tontera. Claudia a mi parecer es una de las mejores voces femeninas de la escena.


Voz y voto pipeños


-Han pasado casi cuatro años de Cajita feliz. ¿En qué se nota ese tiempo, qué tan distinto es el nuevo disco?
-Sacamos ese disco en el período en que EE.UU agudizaba sus invasiones a Irak y Afganistán, y tratamos de reflejar un sentimiento contrario a la guerra, algo que muchos grupos y cantantes como Neil Young hicieron. Sin embargo sacar un disco que hablara sobre eso acá en Chile, donde todo el mundo está pendiente de los nuevos malls o del programa de baile o del reality, era condenarlo al underground y al sistema de mano en mano, donde se corriera la voz. Cosa que resultó muy bien.


-En cambio el disco nuevo está muy a tono con los días electorales. El comunicado dice que busca "dar voz a las personas que, teniendo derecho a voto, no participan en las grandes decisiones políticas". ¿Se refiere a la gente que pudiendo votar no lo hace? ¿O a la que sí vota y a que igual las decisiones se toman más arriba?
-Las elecciones son un espectáculo de pantalla donde se aparenta que la gente participa, pero en verdad no es así. Este país durante toda su existencia ha sido gobernado por la élite a la que le encanta tomar desiciones en secreto. Desde nuestro terreno, que es el arte, tratamos de hacer resistencia cultural frente a algo que no nos gusta.


-Esperaron un año de elecciones para sacar un disco llamado Se escucha, pero no se vota…? ¿O al revés, fue a raíz de la contingencia que le pusieron así?
-Hay una canción del disco llamada "Sebastian Piraña" que quizás obedece al período electoral. El resto de las canciones son una muy buena casualidad. Siempre hemos sido contingentes, aceptando que eso no nos trae beneficios. A muchas bandas con menos trayectoria y méritos que nosotros las ponen en la radio, publican grandes reportajes sobre ellos o van a la Cumbre del Rock Chileno. Por el solo hecho de tratar de reflejar un poco lo que sucede en nuestra sociedad, cargamos con la mochila de que todo nos cueste el doble.


El cantante tiene nombres propios con los que completar ese argumento. "Debieron pasar muchos años para que recién la prensa hablara de Fiskales Ad Hok, y aún algunos lo hacen no con muchas ganas", pone por ejemplo. "Pero sabemos que en Chile las reglas del juego son así. Nos sentimos como bichos raros en esta escena musical rockera tan pasiva y donde todo se reduce a tecnología, efectos y estudios de grabación carísimos. Si te fijas en la evolución del rock chileno desde los '80 hasta ahora, parece que el discurso de bandas como Aterrizaje Forzoso o Cinema trascendió más que el de Los Prisioneros o Banda 69. Entre las letras de bandas como De Saloon o Primavera de Praga y las de los grupos que te mencioné (al comienzo) no hay una gran diferencia. Pero parece ser que la radio y los medios quieren precisamente eso".


The Clash a la chilena


-¿De dónde vino el gusto inicial del grupo por rocanroleros pioneros como Chuck Berry, Gene Vincent o Elvis, y por Los Prisioneros? ¿Se mantienen esos gustos?
-Si, se mantienen y creo que siempre se mantendrán. Ese gusto viene de Los Beatles, ellos tocaban mucho rock and roll de Carl Perkins, por ejemplo, y Los Prisioneros también tenían esa onda con su grupo de rockabilly Gus Gusano. Pero también hay mucha otra música que nos gusta. Los Beatles, Victor Jara, Los Jaivas, Los Mac's… tanta que el rock es sólo una parte.


Después de grabar en 2001 sus dos primeras canciones, "El rock del pipeño" y "Mi gran capital" , el grupo sumó otras dos en 2004: "Caminito", producida por el experimentado rockero Andrés Godoy, y "Por qué si tú dices", con Claudio Narea, de Los Prisioneros.


-Andrés es un muy buen productor, que conoce bien al grupo. De hecho él iba a producir este disco nuevo pero justo se iba a Alemania, quedará pendiente trabajar con él en un nuevo disco. Es una de las personas que siempre nos dijo que nuestra música era muy chilena, y en "Caminito" tratamos de reflejar eso. Tiene armonías al estilo de los Hollies, pero suena chileno a la vena.


-¿Y cómo fue pasar a trabajar con Claudio Narea, se nota una mano distinta?
-Sí, nuestro grupo intenta hacer lo de The Clash, pasar de un estilo a otro en un mismo disco incluso. Cuando conocimos a Narea éramos amantes de la invasión británica de los años '60 (la oleada de grupos ingleses como los Beatles y los Rolling Stones que se hicieron famosos en EE.UU. en esa época) y de los grupos chilenos que la imitaban: The Animals, The Kinks, The Hollies, los Beat 4. Con Narea tratamos de grabar algo en esa línea, lo que era totalmente distinto al sonido chilenesco de "Caminito". Es bueno que los grupos no repitan sonidos, estas canciones son tan opuestas que parecen tocadas por grupos distintos.


-¿Qué efecto tuvo grabar en la serie "Diego y Glot"?
-Muy bueno, ya que demostró que podíamos estar en un disco con grandes artistas como Redolés y Ángel Parra y hacerlo bien. Lo chistoso es que cuando el sello nos pidió esa canción no teníamos dinero para grabarla en un estudio profesional, así que montamos un estudio casero en nuestra sala de ensayo, con micrófonos de muy mala calidad. Pensábamos que no la iban a poner en el CD, pero quedó y es una de las más populares entre los que siguen esa serie.


-¿En qué consiste la antología Grandes facasos? ¿De qué época son esas canciones?
-El grupo es muy bueno para componer y acumuló cerca de cien canciones, muchas grabadas en radio de casete, otras de demos, desde que partimos en 1998. Se nos ocurrió sacarlas en un MP3, como esos que venden en la calle, pero en disco original. No fuimos la primera banda en sacar un disco en MP3 por la red, pero sí la primera en sacar uno físicamente en MP3, con sesenta canciones. Fue un saludo al underground. Nos guntan las cosas así, anti, lo que no se debe hacer. Es como Pinochet Boys, que es una leyenda de nuestro rock y sólo tienen dos canciones grabadas al estilo de un demo casero, en radio casete. Simplemente genial.

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