EMOLTV

Se escucha, pero no se vota...

10 de Agosto de 2009 | 08:58 |

No, no son cumbias ni tampoco cuecas, como su nombre puede dar a entender, y como pasa en realidad según la confusión a la que este grupo santiaguino ya está acostumbrado. Los Pipeños tocan rock, y rock chileno cae bien como pocas veces aquí si hay que buscar un apellido para este trío que toma ritmos como el ska y el rockabilly, que es otro nombre del rock and roll, para cambiarle a su vez el nombre y transformarlo en rocanrol.

No hay impostaciones en Los Pipeños, y eso que puede parecer una rareza en el rock chileno bien puede ser literalmente lo más común y corriente en la mayoría real de grupos que tocan en barrios y que en ocasiones accede a espacios estatales como los festivales de Balmaceda 1215 o las Escuelas de Rock. El guitarrista Marcelo Varas habla como cualquier peatón chileno, el trío toca sin pretensiones de impresionar y en varias canciones el sonido es tan popular que hasta suena con algún eco de la Nueva Ola. De hecho no es casual que Marcelo Varas tenga a grupos igual de regulares en su momento como La Banda 69 o los primeros Prisioneros en su discurso.

Y vale hablar de discurso cuando sus letras se refieren a la experiencia real con títulos que ahorran también literalmente más comentarios, como "Sueldos miserables" y "Estoy endeudado"; con versos contra los "señores de corbata" y llamados como "dejen de explotar"; y con una canción llamada "Sebastián Piraña" que va más directo al objetivo de molestar. A veces también hay más ironía, de modo que si Los Pipeños son perseguidos por la policía lo que cantan aquí es "Me persigue el FBI", y con la vocalista Claudia Flor Sepúlveda, de Sónica, como invitada. Y si en este disco hay un Elvis, se llama Elvis Chamorro, que es otra manera de decir rocanrol. Por lo demás no todo es rocanrol: al final de una canción llamada "Estoy endeudado" Los Pipeños sí coquetean con la cumbia nacional.

EL COMENTARISTA OPINA
¿Cómo puedo ser parte del Comentarista Opina?